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“Cuando cuento a los mayores expertos en botánica del mundo cómo se creó el Palmetum de Santa Cruz, se quedan fuera de combate”

   

Wolfredo Wildpret y Fred Olsen,

Wolfredo Wildpret y Fred Olsen, junto al estanque del jardin secreto. | DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Allí donde quiera que va, Wolfredo Wildpret presume con orgullo de dos cosas: de ser chicharrero y de su pasión por la botánica. Por eso, no hay foro internacional que no reconozca las grandes aportaciones que ha hecho a lo largo de su carrera profesional este Premio Canarias de Investigación 2011 y una de las voces más autorizadas en la especialidad a nivel mundial. Wildpret se considera un miembro más del grupo de trabajo que, durante los últimos meses, ha exportado los valores del Palmetum de Santa Cruz. Un lugar sostenido, según él, por cuatro pilares fundamentales: ser un centro de ocio, de socialización, educación y, por último, convertirse en uno de los mayores centros de investigación botánica del mundo. Algo que espera que comience a fraguarse lo antes posible para situar a la ciudad en el panorama botánico mundial que se merece.

-A usted le ha tocado la difícil tarea de exportar las bondades de estas instalaciones. Para un chicharrero, cuando sube la colina y llega, por ejemplo, a la zona del octógono, la sorpresa es mayúscula. ¿Y qué ocurre cuándo esto mismo lo describe en los foros internacionales a los mayores expertos del mundo?
“Imagínese. Se quedan fuera de combate. No se lo esperan. Ni lo sospechan ni se lo imaginan. Y eso se ha conseguido aquí. Y en esto debemos insistir. Es increíble por sus orígenes cómo hemos pasado de un vertedero con gas metano a todo un jardín botánico. Cuando alguien a quien se lo cuentas desconoce la historia de nuestra ciudad y cómo del pasado más inmediato hemos llegado a esto, les parece una fantasía mía a la hora de explicárselo”.

-En un abrir y cerrar de ojos ha pasado el primer año desde que el Palmetum de Santa Cruz abriera sus puertas al público.
“Efectivamente y he de decir que ya es una realidad. Estamos ante una espléndida realidad de algo que hace unos años era una utopía y que afortunadamente la hemos transformado en algo maravilloso. Esto es lo que ahora estamos viviendo en este lugar entrañable, especial, en pleno centro de la capital de Santa Cruz de Tenerife”.

-Y para muchos, para los chicharreros y también para los que vienen de otros países a visitarlo, un lugar como pocos en el mundo.
“Sobre todo por la forma en la que se ha llevado a cabo el proyecto. Dónde y cómo. Que de una escombrera y un basurero se haya construido una montaña artificial en la costa de Santa Cruz, en un lugar donde hace 30 años estaba repleto de pobreza vegetal, abandonado y que hoy en día refleje este entorno solo puede calificarse como increíble. Encaja fabulosamente en el nuevo modelo de Santa Cruz. Y sobre todo la tenacidad de una serie de personas que transformaron una idea, que supieron desarrollarla perfectamente y que hoy estamos disfrutando de este ambiente inédito y espectacular que, no es que diga que sea único en el mundo, pero sí será de los más visitados por sus características botánicas y paisajísticas. Y también las que tiene como lugar de encuentro, ocio y educación ambiental. Donde se puede estar pensando, reflexionando y disfrutando de lo que le rodea a uno”.

-Me ha nombrado tres de los cuatro pilares en los que se fundamenta su modelo de interpretación de este Palmetum. ¿Cuál faltaría para completar su modelo?
“Y falta la última pata que vendrá con toda seguridad y con la que se consolidaría este modelo, que será la creación de un laboratorio donde se puedan desarrollar unas investigaciones de tipo científico y donde se pueda dotar a los expertos que vengan del extranjero de una infraestructura digna de un jardín botánico”.

-Situar a Santa Cruz en ese marco puede ser un orgullo para una sociedad que siempre se ha dicho que es sensible con la naturaleza y el medio ambiente.
“Sin duda ha progresado de manera notable. Se nota, a partir de los años 70, que fue cuando se empezó a sensibilizar a las personas a través de distintos foros: la Universidad, organizaciones ecologistas, otros grupos especializados y eso ha calado de lleno. Ha pasado tiempo, quizá no vaya a la velocidad que uno quiere, pero cuando uno ve, por ejemplo, los numerosos grupos de niños y colegios que vienen continuamente al Palmetum de visita y que miran con respeto las plantas y atienden a las indicaciones de los profesionales me da la sensación de que vamos por el buen camino”.

-Hace poco Manuel Caballero, compañero suyo en este apasionante camino de puesta en marcha del Palmetum, afirmaba que cuando este se introduzca en el ADN de los chicharreros lo visitarán con mayor frecuencia.
“Vivimos en uno de los lugares con mayor diversidad botánica de la Unión Europea, que es el archipiélago canario. Pero además, por nuestro clima, podemos albergar una gran variedad de plantas exóticas que hay en otras partes del mundo. Siempre lo he repetido, la isla es un gran jardín botánico y Santa Cruz es una gran ciudad en lo que se refiere a tener un gran patrimonio botánico y exótico muy importante”.

-Es un modelo de ciudad para pasear, disfrutar pero también para aprender.
“Fíjese que históricamente he detectado en recientes estudios que a comienzos del siglo XIX, con la llegada de Sabino Berthelot a las islas, apenas había parques y jardines. Esto era un pueblo pequeño de comerciantes y pescadores pero sin infraestructuras. Pero poco a poco la isla y la ciudad fueron desarrollándose y ahora estamos en una situación espléndida. Debemos reflexionar y sentirnos orgullos de que tenemos la suerte de vivir en una ciudad donde poder vivir, reflexionar mientras paseamos… en definitiva, donde quitarnos de encima ese estrés que tanto padecemos”.

-Le llenará de satisfacción…
“Yo no he logrado nada, simplemente he contribuido con mi palabra y prestigio como chicharrero que soy a dar a conocer el Palmetum. Nací en Santa Cruz y puedo contar muchas historias de la evolución de la ciudad y cómo ha mejorado. Habrá quien piense que soy un exagerado conforme con mi visión de las cosas, pero si tengo que hacer una reflexión final es que estamos en un lugar impensable hasta hace algunos años. Y eso debe llenarnos de felicidad a todos”.