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Sin tele por gritar los goles

   
Clientes viendo un partido de fútbol en el bar Mi Valle. / DA

Clientes viendo un partido de fútbol en el bar Mi Valle. / DA

NORBERTO CHIJEB | Arona

“¡Gooooooool!”, se gritaba hasta hace poco en el bar Mi Valle, como en otros muchos del municipio de Arona, hasta que la Policía Local, atendiendo a la denuncia de una vecina y con la firma de otros seis residentes en el edificio Rosa, en la carretera Cruz del Guanche, en Valle San Lorenzo, ordenó a la propietaria del local la retirada del televisor, según la denuncia, por “causar gran ruido” al vecindario.

Desde entonces, Ingrid Darias Amaro, vive ante la desesperación, según confiesa, de ver “cómo he ido perdiendo clientes que, habituales a ver los partidos de fútbol en mi bar, se marchan ahora a otros que sí pueden tener televisión”, afirma desesperanzada Ingrid, quien dice que desde hace un año y medio sufre “el constante acoso de una vecina que vive como a unos 20 metros, que desde entonces se ha dedicado a denunciarla ante la Policía e, incluso, “con grabaciones porque le molestaba los gritos de ‘gol’ de los clientes, según le confesó a los policías locales, dando igual la hora que fuera, por la tarde o por la noche”, afirma la propietaria de Mi Valle. No fue hasta el 29 de septiembre cuando, atendiendo a la denuncia y a las grabaciones de la vecina, desde el Ayuntamiento se le comunicó a Ingrid Darias un cierre del local de 24 horas hasta la retirada de los televisores. El cierre dura dos meses “al no poder subsanar las deficiencias”, comenta la denunciada, a la que se le abrió expediente sancionador de 3.000 euros. Ingrid Darias lo recurrió, logrando reabrir el establecimiento, aunque sin los televisores.

El Ayuntamiento le comunicó a la propietaria de Mi Valle y al ingeniero que defiende a ésta que “en una licencia de bar cafetería no se pueden tener televisores, exigiéndome licencia de bar musical, lo que me llevaría a adaptar de nuevo todo el local”, comenta con amargura Ingrid, quien ha presentado alegaciones en el Ayuntamiento con el apoyo de 200 firmas, mientras en los bares de al lado se siguen marcando y gritando los goles.