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Los municipios ‘tumban’ el plan del Cabildo para la gestión de residuos

   
La idea era licitar un nuevo concurso de la gestión de los residuos para los próximos 30 años, aunque aún se está negociando el proyecto. | F. PALLERO

La idea era licitar un nuevo concurso de la gestión de los residuos para los próximos 30 años, aunque aún se está negociando el proyecto. | F. PALLERO

JESSICA MORENO | Santa Cruz de Tenerife

El Cabildo de Tenerife negocia con los ayuntamientos de la Isla el nuevo concurso para la gestión de residuos en los próximos años. Aunque la intención insular -con un documento que incluso ya estaba redactado- era licitar antes de finales de 2014 el nuevo sistema, para que entrara en vigor en enero de 2015 por un periodo de 30 años, la resistencia municipal ha frenado el proyecto hasta que ambas partes logren un acuerdo, que a fecha de hoy no se ha logrado. De hecho, en este tiempo se han celebrado varias reuniones con el fin de consensuar una nueva propuesta, dado que los consistorios piden reducir el periodo y el coste de la licitación, de tal manera que solo se construyan las infraestructuras mínimas necesarias.

Para ello, a mediados de este mes, la comisión técnica formada por los ayuntamientos ha presentado en el Cabildo su propuesta basada en los citados objetivos. En el documento, al que ha tenido acceso este medio, se tumban prácticamente todos los aspectos planteados desde la Institución insular y se elevan algunas sugerencias. Entre las conclusiones del texto se pone de manifiesto que “las infraestructuras incluidas en el estudio de viabilidad se encuentran en muchos casos sobredimensionadas o no son necesarias”, al igual que se plantea que “estas deben crearse a medida que se vayan necesitando y deberán ser los más versátiles posibles para poder ir adaptándose a las demandas de generación”.

Los técnicos municipales establecen, también, que “no se puede plantear una prognosis con escenarios de generación de residuos a 30 años”. De hecho, se hace hincapié en que en el propio informe insular se reconoce que en el periodo de tres décadas el comportamiento de las variables en la producción de residuos es “impredecible”. Los municipios “buscar fórmulas de financiación que no supongan una sobrecarga para las administraciones locales”. Del mismo modo, aseguran que “el modelo de gestión de residuos que se ha planteado no permitirá alcanzar los objetivos que desde la Unión Europea se están planteando” y que no está claro que se puedan cumplir las propuestas marcadas en el PTEOR.

Además, el informe establece que “no es conveniente para los intereses municipales incluir en un solo servicio toda la gestión insular de los residuos”. Asimismo, plantean acciones de concienciación para fomentar el reciclaje y reducir la generación de residuos.

Entre las propuestas que elevan se encuentra licitar la gestión de los residuos en masa de las infraestructuras actuales por un periodo no mayor al de cinco años, con retribución por tonelada del contratista, lo que a su juicio permitiría reducir el coste del contrato. Además, sugieren la construcción gradual de celdas de vertidos, en función de las necesidades, construir una “modesta” planta para biorresiduos y ampliable al compost, analizar el bajo rendimiento de la planta de envases de Arico y valorar, en su caso, una nueva en el área metropolitana.

Una propuesta de 1.100 millones de euros
La propuesta original de la Corporación insular para los próximos 30 años estaba presupuestada en más de 1.100 millones de euros, según reconoció a este medio en su momento el consejero insular de Residuos, Miguel Díaz-Llanos. De esta cuantía, 160 millones estaban destinados a inversiones para las infraestructuras planteadas, que estaban incluidas en el Plan Territorial de Ordenación de los Residuos de Tenerife (PTEOR). Entre ellas se encuentra la construcción de ocho puntos limpios, una red de mini-puntos limpios, una planta de valorización energética (posible incineradora), tres plantas de tratamiento tres en uno, varias aulas sostenibles y otras dotaciones de tratamiento de desechos.

Teniendo en cuenta el importante desembolso económico que este nuevo proyecto necesitaba, se planteaba una subida en las tasas municipales, al igual que una mayor aportación económica por parte del Gobierno insular. La idea puesta sobre la mesa es que una parte de la tasa, que asciende a tres millones de euros anuales, lo asumiría el Cabildo con fondos propios, mientras que el incremento que soportarán los municipios no ascenderá a más del 2% por las toneladas de residuos que depositen en el Complejo, de tal manera que mientras menos desechos produzcan, menos pagarían.