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El pirata Amaro Pargo ‘ataca’ por sorpresa la villa de Tegueste

   
La ruta escenificada partió de La Laguna y finalizó en Tegueste tras cruzar la cumbre por Las Peñuelas. / DA

La ruta escenificada partió de La Laguna y finalizó en Tegueste tras cruzar la cumbre por Las Peñuelas. / DA

AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife

Sucedió ayer, sobre la hora del almuerzo, aunque testigos presenciales aseguran que todo se fraguó temprano, y desde La Laguna. Sin nocturnidad ni alevosía, el legendario pirata tinerfeño Amaro Pargo revivió por arte de magia teatral y atacó por sorpresa la villa de Tegueste. Fue un ataque cultural y piadoso, pero ataque a fin de cuentas. Cuentan que sobre las nueve de la mañana vieron al corsario, ataviado con su elegante casaca roja y barba bien cuidada, salir del antiguo convento de Santo Domingo, en Aguere, al frente de una treintena de individuos, que más que aguerridos piratas parecían turistas o excursionistas. Con poco sigilo y escasa prisa abandonaron a pie La Laguna y tras recorrer la Vega cruzaron la cumbre por Las Peñuelas, en dirección a su objetivo: el casco antiguo de la villa de Tegueste, donde llegaron sobre las dos de la tarde. Como la gente del pueblo se encontraba recluida en sus casas por ser la hora de la comida, al pirata no le costó el menor esfuerzo adueñarse de la villa y proclamarse amo y señor del lugar, ante los aplausos agradecidos de quienes le acompañaban y escucharon con deleite sus batallitas durante casi cinco horas de deliciosa ruta histórica.

Esto que ocurrió ayer fue en realidad una original ruta teatralizada organizada por la Concejalía de Turismo de Tegueste. Bajo el título de Tras los pasos del buen corsario Amaro Pargo, unos 40 participantes conocieron in situ las vivencias y la historia real del conocido corsario tinerfeño, de la mano de Alfredo López, Isoko, guía, actor y autor de teatro, y por Zálatta Teatro, con Telesforo Rodríguez y Laura María Escuela Ramos.

Esta interesante iniciativa cultural divulga la relación de Amaro Pargo no sólo con la Ciudad de los Adelantados, donde tuvo residencia habitual, sino también con otras localidades de la comarca, como Geneto, Punta del Hidalgo y la propia villa de Tegueste, donde también tuvo posesiones y tierras para cultivo de vid y caña de azúcar y un alambique para destilar aguardiente, además de ser benefactor de la iglesia del Socorro y del propio lienzo de la Virgen, así como autor de muchas obras de caridad. Por tanto, esta ruta, aparte de una interesante actividad cultural, de ocio y hasta deportiva, pone en valor la figura de un personaje relevante de la historia de Tenerife, de un canario universal. La ruta de Amaro Pargo forma parte del programa del Ayuntamiento de Tegueste para 2015. Según la edil Marcela del Castillo, el objetivo es “contribuir a difundir el patrimonio histórico del municipio, así como su riqueza cultural, arqueológica, paisajística y gastronómica”.

Cerca de 40 personas acompañaron ayer a Amaro Pargo -el actor Alfredo López- en esta primera ruta teatralizada Tras los pasos del buen corsario, que resultó un éxito a pesar de la amenaza de lluvia. Tanto es así que, teniendo en cuenta además la lista de espera existente, Ayuntamiento y promotores estudian repetir la iniciativa.

“Esto es nuestra cultura”, resalta Alfredo López. “Es un paseo por nuestra historia y también por el sentimiento de nuestra gente”. Aunque sin duda, el proyecto se basa en la fuerza de su protagonista. “Amaro Pargo fue un personaje extraordinario. Fue pirata -puntualiza López- porque no le quedó otro remedio. Era un gangochero, un comerciante que obtuvo patente de corso y tuvo que defender su negocio. Pero fue además un hombre muy religioso e hizo muchas obras de caridad. Si en vez de tinerfeño hubiera sido americano, tendría mil películas”. El objetivo de Alfredo López es dar a conocer “la auténtica historia del buen corsario tinerfeño”, como un tesoro que es de la historia de Tenerife.

La Miravala, la hacienda preferida del corsario

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

El alcalde de Tegueste, José Manuel Molina, ha anunciado su intención de recuperar, a través de un convenio urbanístico, la antigua hacienda del corsario Amaro Pargo, conocida como La Miravala, para darle uso cultural y museístico. De nombre real Amaro Rodríguez Felipe, afamado capitán de navío y comerciante, el pirata lagunero tuvo muchas propiedades, pero las casas que más valoró fueron las de San Agustín, en La Laguna, y esta de Tegueste, por la que sintió especial predilección, ya que estaba cerca de donde cosechaba la uva de la que obtenía el aguardiente que vendía luego en Cuba, y por un oratorio que tenía la vivienda.