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Preparados, listos, ¡ya! – Por Fran Domínguez

   

Si miran un poco por encima de esta pequeña pechada que es febrero, de la que ya queda poco, verán dos promontorios llamados marzo y abril que dan paso a ese valle cuasi estival que rezuma olor a flores llamado mayo. Allí, oteando el final, el día 24, se encuentra emplazada la meta de una carrera que por lo que se ve es de montaña, una trail de esas, que ahora están de moda entre el personal deportista. Sin todavía dar la salida oficialmente, algunos ya se han escapado e incluso no tienen pudor en dar zancadillas, vamos, poner el cango, que diríamos por aquí, a los que se encuentras por delante, o se quitan algún que otro lastre de encima para intentar llegar en las mejores condiciones. Aunque, obviamente, los comicios autonómicos y municipales tienen su claves propias en comparación a las elecciones generales, lo cierto es que siempre suelen marcar el paso, y más después de lo vivido en las pasadas europeas tras la irrupción del coco Podemos. El partido liderado por Pablo Iglesias -por cierto, esta semana de visita en Nueva York, donde departió con el azote de la austeridad, el economista y premio Nobel Joseph Stiglitz-, alentado por el ejemplo de Grecia, y con la gasolina de las encuestas, también quiere dar la campanada en las convocatorias locales, si bien sabe que su objetivo principal está en la cita ulterior, cuando Rajoy tenga decidido fijarla -las estrategias mandan, ya saben-. Y todo esto ante un PP que se muestra como un atleta confiado y bizarro, pensando en la cuadratura del círculo y en que Podemos se desinflará poco a poco -largo me lo fiais, querido Sancho-; con un PSOE que está desorientado y perdido, sin enderezar el rumbo, como si no hubiera visto venir el tsunami del descontento ciudadano en ese epicentro que fue el 15-M y que ahora busca perder peso para ir más ligero ; una Izquierda Unida descolocada; una UPyD queriendo hacerse hueco a trompicones ante un C’s (Ciudadanos) en alza, y con unos nacionalistas a lo suyo, que para eso han hecho del pragmatismo bandera. En fin, que vamos a pasar unos meses divertidos antes de cruzar la meta del 24 mayo, donde más de uno se dará de bruces contra el suelo.