X
opinión >

Puede pasar aquí – Por Sergio García de la Cruz

   

Desde España miramos con recelo lo ocurrido en Francia y en otros países de la Unión Europea que han sido el blanco de atentados terroristas yihadistas. No cabe duda que causa temor ver como que a pesar de las estrictas restricciones y controles que aplica la UE sobre las armas pueda ocurrir que ciertas personas se hagan con armas de guerras altamente letales. Algunas provienen de los Balcanes o de los antiguos estados del bloque soviético donde hay armas sobrantes de Croacia o de las guerras de Bosnia y Kosovo. La zona Schengen dificulta los controles.

La AK-47 fue el arma usada por los terroristas en Francia, un arma enteramente universal que está en casi todos los países del mundo, es fácil de usar y no falla, pero lo más importante es su precio tanto de adquisición como de producción. Forma parte de los emblemas de Mozambique, Zimbabue, Burkina Faso, Timor Oriental y de la organización libanesa Hezbolá o es un monumento en Egipto. Osama bin Laden siempre lucía una, dicen que incluso le fue entregada por los EE.UU. Sadam Hussein poseía una cubierta de oro. Los buenos ejércitos saben que estarán presentes en el conflicto armado al que vayan, por ello siempre llevan un cargador con su munición. Mijaíl Kaláshnikov falleció hace más de un año a la edad de 94 sin ver otra masacre más producida por su invento. Bajo las balas del arma más popular del mundo han fallecido unas 300.000 personas. Mijaíl fue galardonado con el Premio de Stalin y la Orden de la Estrella Roja y el arma entró en el Libro Guinness de los Récords como el arma más extendida en el mundo.

Muchos países europeos, principalmente España, se están planteando cómo sería la reacción policial ante un suceso como este, ¿está la policía española preparada para poder hacerle frente? o lo más importante ¿cuentan con el armamento necesario?

La policía lo ha tenido difícil en situaciones similares; en la India donde en los primeros momentos de los atentados en Bombay pareció sentirse impotente o situaciones como las ocurridas en el Banco de América del número 6600 del Boulevard Laurel Canyon o la matanza de la isla de Utoya son casos que ponen de manifiesto hasta dónde puede llegar la policía para poder hacer frente a estas situaciones y proteger a la población. Lo ocurrido en North Hollywood no era un ataque terrorista, pero sus autores despreciaban tanto su vida como la ajena. Un atraco a un banco que terminó convirtiéndose en una zona de guerra, los atracadores con su AK-47 abrieron fuego contra todo lo que había a su alrededor. Los dos atracadores se hicieron con el control pese a la superioridad numérica de la policía. Siempre es cuestión de tiempo que caigan, siempre caerán…; pero mientras esto ocurra pueden hacer mucho daño. Los ladrones iban blindados por todo su cuerpo y cargadores de alta capacidad con munición blindada, durante la refriega se dispararon unas mil quinientas balas. La policía por su parte llevaba chalecos antibalas, que no nos engañemos pueden salvarte de morir en un momento dado, pero no hacen milagros.

www.sergiogarciacruz.com