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Recuperando sensaciones

   
Los últimos partidos han traído de nuevo confianza y seguridad en la plantilla del representativo y sus seguidores. | DA

Los últimos partidos han traído de nuevo confianza y seguridad en la plantilla del representativo y sus seguidores. | DA

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

La metamorfosis que ha experimentado el CD Tenerife en tres semanas ya empieza a dar sus frutos. 270 minutos de fútbol después de cerrar la era Cervera, el equipo chicharrero ya da muestras de la recuperación que se buscaba con ansia con el relevo de entrenador. En ese sentido, la llegada de Raúl Agné ha traído el efecto esperado, y aunque no se sumó en el primer partido del preparador aragonés, ya en el duelo con el Girona el combinado blanquiazul comenzó a mostrar síntomas de los cambios que luego se verían en los partidos con Mirandés y , en mayor medida, ante el Real Valladolid.

Más ilusión
Aparte de los conceptos futbolísticos, el CD Tenerife ha reconquistado la ilusión entre sus seguidores, algo que estaba bajo mínimos en la etapa anterior. La propuesta futbolística de Raúl Agné, que ha venido acompañada de buenos resultados desde el segundo partido del nuevo míster, resulta atractiva para el aficionado blanquiazul, que admira el juego vertical y ofensivo de esta nueva fase en el representativo. Pero dejando al margen aspectos más emocionales que tácticos, lo importante es también remarcar la implicación del vestuario con las ideas que implanta este cuerpo técnico a la hora de afrontar los partidos. Bajo la premisa de ganar y atacar, el Tenerife de Agné ha recuperado el espíritu de fútbol de control y sin especulaciones que suele atraer a los hinchas.

Bajo la batuta de Álvaro Cervera, se armaban los equipos de atrás hacia adelante, con una vocación defensiva que acabó por hastiar a la parroquia local, que además ya no sostenía el estilo cerverista sin el paraguas de los resultados. Ahora, aunque existe coincidencia de que es demasiado pronto para saber si de esta manera el cuadro tinerfeñista obtendrá mejores registros en la Liga, lo que si es evidente es que los parámetros con el balón del nuevo inquilino del banquillo local empiezan a tener más adeptos entre los que al principio eran escépticos ante el aterrizaje de Agné en el Heliodoro.

Con un discurso llano y directo, y con el coraje que pretende el míster blanquiazul que tengan sus jugadores, las nuevas señas de identidad de este Tenerife ya se van impregnando entre una afición que vuelve a tener fe en su equipo, y que ya ante el Valladolid, salió más que satisfecha al comprobar como también los jugadores se han adaptado.

LAS CLAVES
Verticalidad y juego más alegre. Fútbol vistoso, ofensivo y combinativo son algunas de las directrices de los conceptos que Agné ha trabajado desde el primer entrenamiento como técnico blanquiazul. “Atacar, atacar y atacar”, así describió el canterano Cristo González el nuevo estilo del Tenerife en esta etapa. Una manera de encarar los partidos más atrevida que en la etapa anterior, sin perder la solidez defensiva que también predica este técnico.

Incrementar la posesión de balón. Controles de balón más largos para elegir la mejor opción de ataque. Ante el Valladolid se apreció como el Tenerife quiso evitar un cuerpo a cuerpo, o intercambio de golpes con un rival que tenía futbolistas más mortíferos en los metros finales. “Si no podíamos por una lado, se volvía a empezar y se insistía por el otro”, explicó tras el triunfo del domingo el gallego Juan Carlos, describiendo parte de las consignas de Raúl Agné.

Adelantar líneas en el campo. Ha sido un cambio visible desde el encuentro ante el Girona, aunque en ese partido dio algunos sustos el hecho de tirar la línea defensiva unos metros más hacia adelante. El equipo ahora está más junto para atacar y defender, y jugadores del centro del campo como Aitor Sanz han cogido mucho más protagonismo cuando los tinerfeños tienen la pelota en su haber. Una idea más agresiva a la hora de la disposición en el césped.

Aumentar la autoestima. El primer día de trabajo de Raúl Agné con sus nuevos pupilos estuvo, en parte, dedicado a tantear y mejorar el aspecto psicológico. “Terapia de choque necesaria”, llegaron a decir en privado algunos integrantes del plantel blanquiazul. En ese sentido, la charla inicial de Agné con los tres capitanes del equipo tuvo mucho que ver a la hora de abordar el reto de recuperar la autoestima del grupo antes de que incluso llegaran los resultados.