JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife
Con Las Palmas lÃder casi intratable en su estadio, con el Tenerife tratando salir del pozo y con los primeros rayos de sol de la mañana. Asà se prepararon casi 700 aficionados blanquiazules para el duelo que tenÃa que servir para acabar de una vez por todas con los últimos malos resultados conseguidos en territorio amarillo.
Es cierto que en cursos anteriores la peregrinación de chicharreros a Gran Canaria fue mayor, que el efecto Agné igual llegó demasiado tarde para poder enganchar a más aficionados del Tenerife al desplazamiento de ayer, pero lo cierto es que, una vez más, los seguidores del equipo tinerfeño volvieron a dar una lección de fidelidad sin protagonizar ningún tipo de incidente. El camino desde la llegada al puerto de Agaete a Las Palmas transcurrió con total normalidad, asà como el acceso de los blanquiazules al estadio de Gran Canaria. Fue dentro del recinto deportivo cuando llegó el primer inconveniente, ya que la PolicÃa Nacional impedÃa tanto al Frente Blanquiazul como a Armada Sur introducir el material para el tifo que ambas agrupaciones de aficionados tenÃan preparado.
La PolicÃa impidió el acceso al estadio del material del ‘tifo’ de los blanquiazules
La necesidad de que el plástico que se iba a utilizar hubiera sido sometido a tratamiento ignÃfugo fue la explicación dada por los agentes para que al final los aficionados del CD Tenerife no pudieran introducir también algunas pancartas. Dentro del estadio de Gran Canaria, más allá del habitual pique entre aficiones con recordatoria especial para el exblanquiazul Uli Dávila incluido, ambas aficiones volvieron a evidenciar que el derbi canario es, seguramente, uno de los más seguros de todo el Estado.
El único incidente de cierta importancia fue el lanzamiento de una botella al terreno de juego por parte de un seguidor de la UD Las Palmas, pero la afición local señaló al individuo que habÃa llevado a cabo dicho lanzamiento facilitando a la policÃa y la seguridad privada del estadio de Gran Canaria la identificación del mismo.
El último momento crÃtico de la jornada, cuando los seguidores visitantes debÃan abandonar el recinto deportivo, se desarrolló, nuevamente, con total tranquilidad, después de que la PolicÃa desalojara a los aficionados locales y que los blanquiazules lo hicieran de manera ordenada con destino al barco que los trajo de regreso a Tenerife por la tarde de un dÃa intenso, que sirvió para que el tinerfeñismo recuperara la ilusión.