Arranca en la Audiencia el juicio por el ahorcamiento de Santa Úrsula

A los acusados se les pide un total de 21 años de cárcel. / DA

La Sección Segunda de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife celebra desde hoy uno de los juicios más esperados del año, ya que se dilucidarán los posibles responsabilidades penales del ahorcamiento que sufrió en su propio domicilio de Santa Úrsula un empresario del norte de la Isla. La Fiscalía acusa en este crimen a dos empleados descontentos por el retraso de unos pagos.

Según obra en el escrito del Ministerio Público, se considera responsable a dos de los acusados, Óscar y José Luis, culpables de un delito de asesinato y otro de robo con violencia, mientras que a un tercer acusado, Francisco Javier, se le imputa tenencia ilícita de armas.

Los hechos que nos ocupan se inician el 27 de febrero de 2013, cuando unos desconocidos asaltan el chalet de la víctima, ubicado en la Cuesta la Villa, y se apoderan de varios objetos que luego serían encontrados en la casa de uno de los acusados, concretamente José Luis.

Con posterioridad, las urgencias económicas de Óscar terminan impulsando una reunión en Taco con José Luis tras varias evasivas de la víctima a hacer frente a su deuda, a pesar de que ya había cobrado una indemnización pro los daños causados pro un temporal en la discoteca.

Frustrados por la actitud del empresario, que al parecer les había prometido pagar cuando cobrase lo del seguro, los ahora encausados acudieron a su domicilio y allí, ante una nueva negativa, no dudaron en pegarle en varias ocasiones, fundamentalmente en el rostro, para que desvelara el código de acceso a la caja fuerte. Siempre según el relato de los hechos que la Fiscalía considera probados, como quiera que la víctima aseguraba desconocer la contraseña en cuestión, le ataron las manos con el cinto de un albornoz y, tras pasarle por el cuello una brida que habían traído los ahora acusados, sujetaron éstas a unas cuerdas que pasaron por la barandilla de la escalera para terminar ahorcándolo, dado que el empresario se encontraba tan débil a cuenta de la paliza que no se sostenía en pie por sí mismo.

Luego arrancaron la caja fuerte de la pared y, ya lejos del chalé, la abrieron con una sierra radial y cogieron 5.300 euros que hallaron en su interior, para luego tirarla en la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife.

A los dos empleados se les pide 16 años de cárcel por el asesinato y cinco por un robo con violencia; al tercero, socio de la víctima, se le encontraron varias armas en su casa, por lo que se le piden un año y seis meses de cárcel. En concreto se hallaron hasta tres revólveres, una pistola, dos cartucheras y cartuchos sin detonar.

También se solicita una indemnización de 100.000 euros por daños morales para el hijo del empresario, así como el pago de 5.300 euros a la esposa de la víctima, ya que el dinero de la caja estaba a su nombre.