“En general, el cáncer de mama no es una enfermedad agresiva”

SYLVIA MADERO/FOTOS:PATRI CÁMPORA

A través del testimonio de estas dos especialistas, podremos conocer un poco mejor los entresijos de esta enfermedad que, como pocos saben, se supera con éxito en un alto porcentaje de casos.

El cáncer de mama afecta cada año en España a entre 22.000 y 25.000 mujeres, con edades comprendidas en su mayoría entre 40 y 60 años. Yaiza Moreno, psicóloga de Ámate afirma que, es el cáncer que mejor pronóstico tiene después del de tiroides (en torno a un 87% de superación), aunque cada vez se dan más casos: “solo en Tenerife y en los dos hospitales que visita la asociación (el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria y el Hospital Universitario de Canarias), atendemos una media de 35 mujeres al mes (el pasado 2013 300 mujeres en total). Aún se desconocen las causas de su aparición, pero se aventura a decir que “está muy relacionada con la mala canalización de las emociones”.

Una de las claves de este alto porcentaje es el diagnóstico precoz, “no porque el tumor se desborde o cambie de estadío, para lo que tienen que pasar meses” cuenta la Doctora Almeida, especialista en oncoginecología “sino porque la carga psicológica que soporta el afectado es mucha, y cuanto menos se prolongue, mejor”. Moreno arroja un dato más y explica que esta ansiedad viene alimentada porque la palabra cáncer da mucho miedo: “¿a qué la asociamos? A la muerte. Es un tabú social hablar de ella, y si lo hacemos es para mostrar sus efectos más negativos”.

La Doctora Almeida indica que lo esencial en el diagnóstico “son las pruebas de imagen (una mamografía y ecografía). Con los resultados, si hay dudas, se procede a una biopsia dirigida a la zona sospechosa y si se confirma que existe cáncer, se llevan a cabo otras pruebas adicionales”, pero sentencia que “la cirugía no siempre es el primer tratamiento, a veces se da quimioterapia antes por las características biológicas del tumor o si tiene un tamaño superior al que la cirugía puede abarcar”. Una vez consumado este paso, se decide qué tratamiento aplicar, en función de, entre otros factores, el tipo de tumor, la edad, si hay afectación o no de los ganglios de la axila y el tipo biológico del tumor, porque algunos son más quimio sensibles que otros.

Yaiza Moreno advierte que el proceso de pasar por la cirugía y sus posteriores tratamientos, ya sean quimioterapia o radioterapia, puede ser muy duro y que la familia del afectado ha de ser paciente, porque “el pensamiento que más se da en los familiares es “tiene un cáncer y tengo que ayudarlo” y, al final, no solo no lo consiguen sino que agobian. Uno piensa que si tuviera cáncer tendría unas demandas y actúa en base a lo que cree que necesitaría la persona afectada”. Además, reconoce que “hay que ser muy valiente para prestarse a recibir ayuda psicológica o simplemente expresar lo que se siente al pasar por esta enfermedad” y da un consejo a las que no se atreven a hacerlo: “a las que se quedan en casa y no quieren hablar de por lo que están pasando, les recomendaría que por lo menos lo escriban, porque no se vive igual contándolo que escribiéndolo. El simple hecho de soltarlo es terapéutico”.

También es cosa de hombres
Aunque en un número de casos infinitamente menor (menos del 1% del total), el cáncer de mama también se da en hombres. El rango de edad más afectado es el de 60-70 años y los factores de riesgo asociados son el tener mamas grandes, niveles altos de estrógenos (por tomar medicamentos hormonales, sobrepeso, consumir altas dosis de alcohol o tener problemas hepáticos) y tener antecedentes familiares entre otros. En cualquier caso, el tratamiento es el mismo que en el de las mujeres, utilizando cirugía para extirpar el tumor (mastectomía en la mayoría de los casos) y tratamientos de quimioterapia y radioterapia según su estado y características.