X
on air >

Preguntas impertinentes – Por Óscar Herrera

   

A vueltas con el objetivo final del CD Tenerife en esta Liga que camina hacia su recta final, no sería malo hacer un ejercicio de memoria y perspectiva para recordar de dónde venimos y a dónde queremos llegar. El quiénes somos no hace falta porque sabemos de sobra que somos un entorno (afición y prensa), bastante voluble en cuanto a los extremismos en los que nos movemos; casi siempre en el precipicio de las críticas más ácidas o el elogio más empalagoso. Dicho esto, y retomando el cuerpo de esta columna de opinión, y por tanto tan subjetiva como personal, venimos de unas temporadas atrás en las que en los últimos 15 años ha habido dos alegrías descomunales (ascensos a Primera), otra menor pero más urgente (ascenso a Segunda A), y unos cuantos descalabros de magnitudes soberanas (dos descensos seguidos).

Todo ello, salpimentado con unas cuantas temporadas vacías y rutinarias, ha provocado que la noria blanquiazul nos tenga a todos un poco mareados de tanto sube y baja sin encontrar un punto de estabilidad donde equilibrar las sensaciones. La temporada pasada, y tras una escalada en la Liga que llevó al Tenerife del demonio Cervera a plantarse en la cuarta plaza en el mes de abril de 2014, el equipo cayó en una somnolencia pasiva que acabó de la manera más impertinente. Con todos dudando de todos y con el principio del fin de la era Cervera a pesar del golpe de timón presidencial y aquel atrevido invento de la comisión deportiva.

En aquel momento llegué a pensar que sabíamos por fin a dónde íbamos. Hacia un proyecto a largo plazo para nivelar el rumbo y ponerlo dirección ascenso desde que se llegara a velocidad de crucero. Pero una duda me asaltaba en la canícula veraniega: ¿sería capaz el entorno de respaldar a una tripulación formada por dos experimentados pero criticados pilotos? En verano ya se dudaba en varias barras de bar y en teclados con voz de la capacidad de un dueto que pronto empezó a desafinar. Sobre todo a la hora de buscar el repertorio para la gira 14-15.

Los pilotos del proyecto no dieron pie con bola y por eso Cervera está donde está y Serrano está como está. ¿A dónde vamos? Pregunta sin respuesta como el que le pregunta al firmamento si hay vida en otros planetas… Junio es la frontera y a partir de ahí territorio desconocido. Veníamos de un planeamiento concreto, con hoja de ruta marcada, y vamos hacia un futuro lleno de incógnitas en el último año bajo la manta palmera de Miguel Concepción, a quien habrá que preguntarle: ¿Quo Vadis, domine?