X
SUCESOS >

Psicólogos tinerfeños ven plausible que tuviera planeado estrellar el avión

   

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“No algo premeditado desde la perspectiva jurídica del término, pero sí planeado e imaginado con anterioridad; es plausible imaginar que lo había ensayado mentalmente y al surgir la oportunidad decidió llevarlo a cabo”.

Así responde el psicólogo tinerfeño y colaborador habitual de DIARIO DE AVISOS Leocadio Martín a cuenta de la conducta del copiloto de Germanwings Andreas Lubitz, a quien las fiscalías de Marsella y Düsseldorf señalan como supuesto responsable del siniestro que ha costado la vida a 150 personas en los Alpes.

Teniendo presente que los especialistas consultados advierten de que sus opiniones deben ser atendidas en tanto en cuanto son meras valoraciones de los hechos relatados por los medios, la idea de una planificación de lo acaecido es compartida por el hasta hace poco decano del Colegio de Psicología Jorge Iván Pérez, quien recuerda que “normalmente, el suicidio se planea, aunque resulta llamativo cómo se prolonga en el tiempo esa voluntad del copiloto”. Pérez, responsable del Gabinete Danae, descarta en principio la posibilidad del brote psicótico: “Algo sabríamos en ese caso por las grabaciones, pero el hecho de que se mantenga en silencio y que su respiración sea normal anima a descartarlo y a centrarse en la depresión”.

En el caso de que se trate de un suicidio, cuesta imaginar que no reparase en los 149 seres humanos a los que su decisión ha costado la vida. Así lo explica Pérez: “Lo normal en el suicida es la desconexión con sus apegos. Si no repara en el dolor que va a causar a sus padres, a sus seres más queridos, es evidente que no piensa en los demás”. Para Martín, “si se confirma lo publicado hasta ahora, estamos ante un asesinato en masa en el que el copiloto ha disociado; no tiene presente o no le importa que otros mueran por su culpa”. Ambos coinciden en la depresión como origen de lo acaecido, “y más teniendo en cuenta su obsesión por volar”, añade Martín, mientras Pérez recalca lo evidente de la “crisis existencial” de esta persona.

Por último, ambos expertos valoran especialmente el trabajo de sus compañeros a la hora de asistir a los familiares de las víctimas, “y más teniendo en cuenta que es mucho más doloroso saber que no se trata de un accidente o de un error”. Para Pérez, “es una tarea fundamental, porque también son víctimas los de fuera”.