En la mañana del pasado martes 3 de marzo hicimos acto de presencia en una coqueta plazoleta construida en la parte alta del Centro de Visitantes Telesforo Bravo, del Parque Nacional del Teide, situado en la urbanización del Mayorazgo, en La Orotava. Acudà por invitación del concejal Luis Perera y del director del Parque Nacional, Manuel Durban. Me encontré con un espacio público atiborrado de personas, animadas por participar en un homenaje al que fuera concejal de Montes del Ayuntamiento de la Villa en las primeras décadas del siglo XX, don Juan Acosta RodrÃguez, cuando el rey español Alfonso XIII sancionó la Ley de Declaración de Parques Nacionales (7 de diciembre de 1916). Juan Acosta presentó una moción a los pocos dÃas de aprobarse el Real Decreto de 23 de febrero de 1917, de Desarrollo de los Parques Nacionales, solicitando que el Teide fuese declarado Parque Nacional en base a sus valores naturales. La Corporación municipal aprobó por unanimidad la propuesta del edil de Montes y se la trasladó al ingeniero Arturo Ballester, jefe del Distrito Forestal de Tenerife, de la provincia de Canarias, para que la elevase a Madrid.
Tanto Manuel Durban como Ricardo Melchior, presidente del patronato del Parque Nacional del Teide, al igual que Ruth Acosta, bisnieta del homenajeado, el inspector de Educación Jorge Méndez y el alcalde de la Villa de La Orotava, Francisco Linares, desglosaron durante el acto la idiosincrasia de don Juan Acosta RodrÃguez, un hombre amante de los montes y de las aguas, de la naturaleza en general, todo un visionario muy especial de lo que luego serÃa Parque Nacional en 1954 y Patrimonio Mundial, en 2007, el Teide.
Por otra parte, responsables de la Fundación Orotava Historia de la Ciencia, tanto Sergio Toledo como Ana Delgado, explicaron los detalles del punto de observación geográfica que significa la plaza y su relación con las mediciones de los franceses Feuillé y Borda, y del naturalista alemán Alejandro de Humboldt tomadas en el Valle de La Orotava, cuando la Ilustración, en tierras aristocráticas y con el drago de los jardines de Franchy como bandera.
Alumnos del colegio de La Concepción conformaron un grupo que llamó la atención de los ciudadanos que nos congregamos, en una mañana casi primaveral, para recordar la figura del ilustre villero que desde siempre se entusiasmó por el territorio y el medio natural, por la vegetación y la flora del Valle de Taoro y de Las Cañadas del Teide.
Pudimos constatar en ese acto entrañable que la familia Acosta estaba muy orgullosa de su patriarca, don Juan Acosta RodrÃguez, como lo estamos de él todos los villeros.