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El TSJM paraliza la construcción de la regasificadora de Granadilla

   

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha paralizado la construcción de la regasificadora de Granadilla al anular la declaración de impacto medioambiental y la autorización administrativa.

En una sentencia hecha pública este martes por la Plataforma ciudadana contra el puerto de Granadilla, el tribunal incide en la ausencia de un estudio de impacto ambiental de la afección que generarían todas las instalaciones ubicadas en el polígono industrial, como la central térmica, la planta de gas o los almacenes.

Este fallo, que estima el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la plataforma pero no es firme, admite recurso que se presentaría ante el Tribunal Supremo (TS), pero para la plataforma, a expensas de que se pueda solicitar suspensión cautelar, el proyecto queda atascado durante un año como mínimo y deberá empezar “prácticamente de cero” si el TS lo ratifica.

El abogado encargado del caso, Isidro López, ha señalado que la sentencia coloca el caso en una situación procesal “distinta” ya que ahora, la otra parte -Enagás tras la compra de acciones de Gascan- tiene que “demostrar que tiene la razón”.

El argumento del juzgado, ha señalado, es que la afección al medio ambiente funciona como un “efecto dominó” ya que “la suma” de todos los impactos de las distintas instalaciones de la zona “es bastante superior” a la de una sola instalación, en este caso la planta de gas, por lo que solicita un estudio “acumulativo”.

Pese a todo, López ha lamentado la relación “asimétrica” que se mantiene entre demandante y demandado, ya que en este caso concreto, no se han estimado muchas de las alegaciones recogidas en la demanda al no poder aportar estudios alternativos.

“Es una situación injusta que se produce en todo el planeta. Los vecinos y las ONG no podemos luchar contra el poder de las administraciones y el Estado. Multinacionales y políticos imponen su ley”, ha comentado.

En esa línea, ha criticado que “la economía se pone por encima de las personas”, y ha incidido en que las posibilidades de las energías renovables son “inmensas”, pero hace falta “voluntad política” para “cambiar” el modelo energético.