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Cara a cara con su ídolo

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

No habrá complejos, solo batalla; no habrá reservas ni miedos, solo pasión y entrega sobre un cuadrilátero donde Jonay Risco se podría ver en el espejo. El fajador de San Miguel tiene la cita más especial de su carrera el próximo día 18 en la pelea de fondo de cartel de la gran gala que la organización Enfusion Live celebrará en el pabellón Santiago Martín de La Laguna. En la esquina opuesta a la de Risco estará Andy Souwer, ídolo, referencia, todo para el chasnero.

“Para mí es uno de los mejores de la actualidad y el mejor de la historia”, señalaba ayer mientras aprovechaba sus pocas horas de descanso el pupilo de Moisés Ruibal, que entiende que será “una gran oportunidad y un sueño poder pelear contra tu ídolo, al que siempre has visto en los videos, has crecido viéndolo e intentando parecerte a él”.

Risco no esconde que tiene muchas ganas de “enfrentarme a él” y ve el duelo muy lejos de la ansiedad y el nerviosismo y sí cerca de “la ilusión” y, por supuesto, “con opciones de ganarle”. “Sé que si saco mi mejor versión le puedo ganar”, confesaba un Risco tranquilo, pensativo, metódico, que es consciente de que va a ser “una pelea dura, muy complicada” porque conoce al holandés y sabe que “es un rival con mucho ritmo, muy inteligente en el ring, que sabe cambiar el ritmo del combate y tiene muchas tablas”.

Más experiencia
Esas tablas se las dan los más de 200 combates que ha disputado en su trayectoria deportiva. “Me cuatriplica el número de peleas, pero vamos a hacer un buen papel porque es una gran oportunidad la que me brinda Moisés y la tengo que aprovechar como sea”, señalaba el apasionado fajador sureño que dejaba bien claro que “aquí, con mi gente, delante de mi público, que sé que me va a apoyar todo el mundo”, algo que lejos de crearle presión, le garantiza la tranquilidad para hacer bien su trabajo.

Esta no será la primera vez que Risco y Souwer coincidan y estén cara a cara, aunque sí será la primera vez que se enfrenten oficialmente. “La primera vez fue hace muchos años en el curso en el barrio de La Salud, en un seminario, luego en Holanda coincidí con él hace un año exactamente que estuve entrenando con ellos”, admitía Risco, que casi era un principiante cuando Souwer estuvo en el polideportivo del barrio capitalino dando un curso de la mano de la Federación Canaria de Kickboxing, que por aquel entonces presidía Manolo Requejo y donde tuvo como compañeros, entre otros, a su actual entrenador, Moisés Ruibal, a dos campeones del mundo amateur como Zeben Díaz y Goyo Domínguez o al talentoso Ayoze de Ganzo, ya retirado de los cuadriláteros.

Duelo en Holanda
Además, Risco ha probado la medicina que tiene en manos y piernas el fajador holandés. Lo ha hecho en primera persona. “He estado en Purmerend y hemos hecho sesiones de sparring y también entrenamos juntos en su gimnasio en el Team Souwer en Den Bosch y también con Henry Van Opstal”, reconocía el talentoso púgil de San Miguel, dos veces campeón del mundo, que también vio pelear en directo a Andy Souwer en una escapada que se dio a Japón para seguir en directo la final del legendario K-1 Max.

“No sé que va a pasar, pero lo voy a dar todo, voy a disfrutar en el ring y aprovechar de esta experiencia, esto es lo que me gusta y me he preparado al 200%”, confesaba un Risco que en estas dos últimas semanas ha vuelto al país neerlandés para preparar con exigencia el compromiso más grande de su trayectoria deportiva. “Acabo de llegar de Holanda, hemos estado allí entrenando 15 días con Maikel, Aday, Moisés y Susi”, revelaba Risco, refugiado en estas semanas en los consejos de un sabio milenario del kickboxing, Lucien Carbin. “Estamos a tope y con ganas de que llegue el día”, decía. Ese día se verá cara a cara con su ídolo.