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Carta a los Reyes Magos – Por Leopoldo Fernández

Vaya por delante mi total identificación con la propuesta de reforma del REF económico aprobada por unanimidad por el pleno del Parlamento de Canarias. Todas las reclamaciones que se plantean en el documento que ahora será enviado al ministro de Hacienda me parecen justas para poder compensar los sobrecostes que inevitablemente producen la lejanía y la insularidad de esta tierra atlántica, así como sus problemas estructurales y sus carencias básicas. Pero dicho esto, el acuerdo parlamentario es una carta a los Reyes Magos sin la menor garantía de respuesta. Desde que en 1972 entró en vigor el REF, nunca se negoció con el Gobierno central un texto unificado que incluya el paquete de medidas de desarrollo de la parte económica, es decir, las subvenciones previstas para transporte aéreo y marítimo, desalación de agua de mar, energía eléctrica, formación, inversiones en infraestructuras, etc. Las correspondientes partidas se han ido incluyendo en los presupuestos estatales de cada año o se recogían en los distintos convenios bilaterales -educación, carreteras, obras hidráulicas, etc.-, con lo que en la práctica ambas partes se daban por satisfechas. Ahora, tras la aprobación de la fracción fiscal del REF y cuando ni siquiera ha dialogado con el Gobierno central para consensuar el reglamento de desarrollo de ese tramo fiscal, Canarias decide presentar al Ejecutivo de Rajoy un texto con una larga relación de peticiones, muchas de ellas nuevas.

Con un Parlamento a punto de disolución y con un Gobierno en funciones, sin credenciales para afrontar la solución del problema, no tiene sentido solicitar ahora ninguna negociación, que en todo caso habrá de corresponder al Ejecutivo que salga de las elecciones del 24 de mayo. De poco sirven los amplísimos consensos y respaldos de las instituciones isleñas al documento aprobado por el Parlamento si su elaboración se ha hecho tarde, con la legislatura vencida, sin diálogo alguno con el ministro Montoro, nada amigo de hacer concesiones a Canarias, o el presidente Rajoy, seguramente por las malas relaciones bilaterales existentes, y sin haber acercado posiciones previas sobre los términos de un texto adoptado unilateralmente en las Islas. Así las cosas, o mucho me equivoco o toca esperar hasta nuevo aviso.