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CC desactiva la enmienda del PSOE sobre las plantillas mínimas

Detalle de la última sesión plenaria del Parlamento de Canarias de la octava legislatura, ayer. / FRAN PALLERO
Detalle de la última sesión plenaria del Parlamento de Canarias de la octava legislatura, ayer. / FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

El de ayer no fue un día de Gloria. O sí, porque Gutiérrez intentó hasta el final que la Ley de Renovación y Modernización Turística, de 2013, incorporara la regulación -a través del reglamento- de las plantillas mínimas en los hoteles al objeto de ligar la calidad al empleo en un sector “imprescindible” para el desarrollo económico de Canarias.

En el debate de las enmiendas al proyecto de modificación de la norma para permitir nuevos hoteles de cuatro estrellas -no solo de cinco o gran lujo-, la ex directora general de Trabajo reconoció su “fracaso”. Sin embargo, se mantuvo firme en la defensa de sus principios. “El PSOE nunca se arrodillará ante ningún poder empresarial”, proclamó enérgica Gutiérrez.

Con el viceconsejero de Turismo, Ricardo Fernández de la Puente, en la tribuna de invitados junto a Fernando Fraile, de la patronal grancanaria, los socios nacionalistas en el Ejecutivo regional tumbaron el castillo de arena y negociaron una transaccional presentada in voce por la que se añade un párrafo al artículo 4.2: “En el marco de la estrategia de empleo de Canarias, los establecimientos hoteleros (…) deberán enfrentar la previa suscripción con los servicios públicos de empleo de un convenio para la formación continua de su personal”. La palabra mínima se sustituye por adecuada. La apoyaron CC-PNC-CCN, PSOE y el grupo mixto (NC-PIL), aunque este expresó su rechazo global.

José Miguel González justificó el rechazo a la propuesta socialista en que el Parlamento ya había planteó al Gobierno la búsqueda del consenso con la representación empresarial y de los trabajadores para acordar de mutuo acuerdo unas plantillas “suficientes” que garanticen la prestación del servicio en óptimas condiciones. También desfallecieron las enmiendas vivas de la oposición. Al PP, que reclamaba “más libertad y menos intervencionismo”, le aceptaron una de carácter técnico. Jorge Blanco reclamó sin éxito que la autorización previa se restringiera a la construcción de hoteles no vinculada a la renovación, como un paso hacia su desaparición definitiva. A propósito de los criterios “arbitrarios” para la concesión de licencias, Blanco alertó contra la proliferación de “griferías doradas y fuentes romanas”.

Por NC, Román Rodríguez censuró que la “cantidad” predomine sobre la calidad” y que que se fomente la “barra libre”.
Desde el punto de vista oficial, esta norma persigue, entre otros aspectos, definir el “uso turístico efectivo” del suelo.

Gutiérrez aboga por “redistribuir la riqueza”

El PSOE se reafirma en su demanda de que se fijen las plantillas “necesarias” en lo alojamientos turísticos. Gloria Gutiérrez no arroja la toalla. La portavoz de Empleo del grupo parlamentario socialista y secretaria de la misma materia en el ejecutiva regional del partido refrescó ayer la memoria de quienes “olvidan que en otras comunidades autónomas, casi todas gobernadas por el PP, existe algo similar. “En algunos sitios, desde los años ochenta”, resaltó.

Gutiérrez se mojó y ahogó las “contradicciones” de los detractores. “En el turismo faltan 42.000 puestos de trabajo”, arguyó. Ante las dudas jurídicas, la diputada y abogada reivindicó el espíritu de la Constitución. “La utilizan para tirarla a la cabeza de los asalariados”, remachó. Se trata, explicó, de “una oportunidad para avanzar en la redistribución de la riqueza”.

Pese a las buenas cifras del turismo, observó Gloria Gutiérrez, “las condiciones laborales “se han deteriorado hasta el punto de que el trabajo no es considerado como un marco de derechos, sino como una mercancía”.