El pasado miércoles, en esta misma sección, mi socio y gran profesional Jorge Miguel González escribió acerca de la famosa operación bikini, un tema de máxima actualidad preveraniega que está muy ligado al que hoy voy a tratar aquí. En estos meses son muchas las personas que se animan a realizar algún deporte o actividad física de cara al verano y quien lo hace modifica su entrenamiento. Empieza la preocupación por librarnos de los kilitos que nos sobran para vernos y que nos vean bien, y de ahí surge la gran controversia: ¿Correr en ayunas?¿Es malo?¿Quemaré más porcentaje de grasa en ayunas?
Correr en ayunas se basa en que nuestro “depósito” de azúcar (glucógeno) no está lleno, entonces tendremos que recurrir al depósito de grasa para obtener energía. Destacar que lo que determina el porcentaje de energía va a ser la intensidad con la que se realice (nivel de VO2). Obviamente, varía según el sujeto, velocidad y duración de la actividad. Cuando la intensidad es baja se va a usar mayor porcentaje del depósito de grasa; cuando es alta más cantidad de azúcares y cuanto más dure la actividad tendremos que usar mayor proporción de grasa. Por lo tanto, recomiendo una carrera de baja intensidad y en muchos casos basta con salir a caminar, porque nos puede dar una pájara (agotamiento de las reservas de azúcar de los músculos e hígado). Si ocurre esto: descansar, tomar bebidas azucaradas o algún complemento, como miel.
Es cierto que hay algunos estudios con rigor científico que certifican y garantizan que se obtienen mejoras en la recuperación después del entrenamiento y en la pérdida de grasa manteniendo la masa muscular y que las células musculares pueden adaptarse y mejorar la oxidación, pero todos ellos están realizados con sujetos deportistas entrenados y no en personas sedentarias. Recuerda que en esta vida todo ha de ser de manera progresiva. Si eres una persona que no suele hacer deporte, no tienes rutina y no controlas la intensidad, tendrás más riesgo que beneficios. Propongo romper el ayuno y cargar las pilas bebiendo agua o jugo de frutas para hidratarnos. El desayuno ideal para antes de salir a correr ha de ser ligero y no hay ninguno milagroso. Podría incluir una pieza de fruta, tazón de leche con gofio, tostadas o sándwich… Procura no “embostarte”, que los azúcares que ingieras no sean industriales, come sano y trata de no comer alimentos ricos en grasas, ni desayunar siempre lo mismo. No olvides que el cuerpo es 70% nutrientes y el 30% de ejercicio, pero ambos igual de importantes.
Si tienes que invertir que sea en ti. Invierte en salud y multiplicarás los resultados en el resto de las áreas. Disfruta y saborea la vida de manera saludable, que cuerpo solo hay uno.
*Director deportivo de la Universidad Alfonso X El Sabio
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