superconfidencial>

El dedo de Mustafá – Por Andrés Chaves

1. Hace poco, un grupo de alumnos de periodismo me preguntaba si era verdad que un preso de Tenerife II se había cortado un dedo y me lo había mandado por correo, como prenda para que yo investigara su inocencia. El asunto no es sólo rigurosamente cierto sino que aquel dedo negro y podrido acabó en manos de la policía, después de que mi atribulada secretaria abriera el sobre que llegó a la redacción de La Gaceta de Canarias, por correo. Estos hechos dieron lugar a mi novela El dedo de Mustafá, afortunadamente agotada, aunque me quedan algunos ejemplares que, de vez en vez, me solicitan lectores, casi todos ellos alumnos de periodismo. La policía le llevó el dedo al juez de Vigilancia Penitenciaria, que me parece que era Fernández del Torco, pero ignoro el destino posterior del dátil de Mustafá, supongo que la papelera del juzgado. Con el dedo venía una carta escrita por Mustafá, reivindicando su inocencia (había sido condenado por camello).

2. Este es uno de los episodios, relevantes, eso sí, que me ha ocurrido en mi vida profesional, en donde ha habido de todo. A lo mejor estoy repitiendo anécdotas, ahora, con el cambio de periódico, pero la campaña electoral está siendo tan aburrida que el cuerpo me pide costumbrismo y experiencia profesional y no otra cosa. Lo cierto es que a partir de esta historia escribí una novela que creo que relata más o menos fielmente la vida de un director de periódicos un poco atípico. Como fui yo. La novela se vendió muy bien e, incluso, me propusieron en su día escribir un guión de cine. Pero yo no sé hacer eso. No tengo paciencia para mezclar literatura con expresiones que deben poner los actores y dictar sus movimientos.

3. Cuando me siento ante el ordenador para parir este artículo de cada día me estrujo el cerebro para no escribir de política, que ya saben que no me gusta. Y en ocasiones encuentro esto: pasado, pasado de abuelo Cebolleta, que es en lo que se convierte uno si no se espabila y vive cosas nuevas e interesantes que llevarse al buche.
achaves@radioranilla.com