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‘El Pájaro Chogüí’ – Por Caco Senante

Como dije el otro día, hoy voy a hablar de letras de canciones que se caracterizan por ser auténticos disparates. Enseguida me viene a la memoria un bolero que cantaba Julio Jaramillo, que comenzaba diciendo: “En el negro azabache de tu blonda cabellera…”.

Me he preguntado qué cara se le pondría a un americano que esté pasando las Navidades por aquí y nos pida que le expliquemos la letra de ese villancico que acaba de oir, y le traducimos: “Pero mira como beben los peces en el río. Pero mira como beben, por ver al Dios nacido. Beben y beben, y vuelven a beber. Los peces en el río, por ver al Dios nacer”. ¡A quién se le ocurrió esta letra! ¿Pero… cómo que los peces beben en el río? Y además… ¡si por Belén no pasa ningún río! No me sorprendería que el americano, ipso facto, solicitase de forma oficial ante la ONU, la intervención inmediata de los Cascos Azules, ante un país lleno de locos.

Pero la palma se la lleva un clásico del folklore latinoamericano, El Pájaro Chogüí. Dice así: “Cuenta la leyenda que, en un árbol, se encontraba encaramado un indiecito guaraní. Que sobresaltado por un grito de su madre, perdió apoyo y cayendo se murió. Y que entre los brazos maternales, por extraño sortilegio, en Chogüí se convirtió. Chogüí chogüí que lindo es, que lindo va, cantando así, volando se alejó. Chogüí chogüí, que lindo es, que lindo va, perdiéndose en el cielo azul turquí”.

Tres cosas. Una: ¡cómo gritaría esa madre! Dos: la madre no tenía la menor idea de que su hijo volara. Y tres: ¿habrá algo más cursi que un cielo azul turquí?

La canción continúa: “Y, desde aquel día, se recuerda al indiecito cuando se oye como un eco a lo chogüí. Ese canto alegre y bullanguero del gracioso naranjero que repica su cantar. Salta y picotea las naranjas, que es su fruta preferida, repitiendo sin cesar…” y vuelve al estribillo “chogüí, chogüí…”.

Vamos a ver. ¿Qué es un eco a lo chogüí? ¿Cómo al pobre indiecito, después de darse tal leñazo, le quedan ganas de cantar de forma alegre y bullanguera? Y sobre todo, ¿cómo la alcaldesa Rita Barberá no ha fichado al indiecito o al Chogüí, para promocionar las naranjas de Valencia, dado que es su fruta preferida y le gusta saltar sobre ellas y picotearlas? Eso es que el caloret le restó agilidad mental. Deja ver…