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La gestora socialista de Tenerife crea un conflicto

D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

Normalmente, la constitución de una comisión gestora en el PSOE se ejecuta para resolver algún conflicto, que en el caso de Tenerife es una consecuencia derivada de la dimisión del secretario general, Manuel Fumero. Esta es una de las causas menos dramáticas, junto a la renuncia de más del 50% de los miembros de la ejecutiva. Con mayor frecuencia se utiliza este instrumento para resolver una situación que la dirección federal considere “grave”, como reciente ha ocurrido en la Comunidad de Madrid con la destitución de Tomás Gómez y la disolución del órgano colegiado.

De conformidad con los estatutos, la gestora se designará de mutuo acuerdo entre la ejecutiva federal y la regional. Previamente se reunirá la permanente, que elevará una propuesta. Ahí reside el meollo de la cuestión: las diversas sensibilidades -básicamente, de carácter territorial- están tan a flor de piel que cuesta trabajo conciliar los intereses de cada sector. Nombres se han barajado unos cuantos, pero en este envite participan demasiados jugadores. Ayer, el secretario de Organización regional, Julio Cruz, negó que exista un vacío de poder y apuntó a los “próximos días”. En efecto, el comité de campaña garantiza el funcionamiento del partido.