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Koldo Aulestia Urrutia: “La próxima crisis será social por el envejecimiento poblacional”

Foto FRAN PALLERO
Foto FRAN PALLERO

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

El año pasado lo distinguieron con el Premio Voluntariado por ser un “ejemplo inmejorable de los valores del voluntariado y el asociacionismo”, lo cual no resulta nada baladí en el país del Quijote y de la envidia. Eso sí, con 16 años ya iba con su cuadrilla al Hospital del Tórax en Donostia a hacer compañía a los enfermos, cantarles canciones… A pesar de su larga experiencia, fue cuando se prejubiló y conoció de cerca el alzheimer cuando, asegura, descubrió “la verdadera solidaridad”. Lo vivió en casa y ahora preside la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con alzheimer y otras demencias (CEAFA). Un personaje como Koldo Aulestia (Ondarroa, 1948) tenía que ser entrevistado por DIARIO DE AVISOS durante su reciente paso por Tenerife.

-¿Qué le dice a la ciudadanía para que entienda que hacen falta voluntarios, sea para el
alzheimer o para otros campos?

“Que hay que impulsar la participación ciudadana, y que los movimientos sociales son fundamentales para crecer entre todos. Las asociaciones requieren más que nunca del aporte de los voluntarios, pero también deben tener sus puertas abiertas a la participación. Hay mucha gente que puede aportar gracias al conocimiento que traen de su vida laboral, porque a las asociaciones también les hace mucha falta cierta profesionalidad, y espero que se entienda que no estoy hablando de contratar a gente, para mejorar aspectos de gestión, administración y demás”.

-¿Es más complicado el ejercicio del voluntariado en el caso del alzheimer al tratarse de un mal que afecta al núcleo más íntimo de cada familia?

“Siempre se puede aportar, ya sea desde el punto de vista de la gestión que le decía antes o, claro que sí, ayudando a las familias en el acompañamiento para que puedan contar con un tiempo propio que es imprescindible para el equilibrio. Pero este acompañamiento es difícil porque no resulta sencillo estar con personas aquejadas de alzheimer y es verdad que a las familias les cuesta admitir a extraños. Pero no tenga duda que hay que seguir impulsando el voluntariado porque sin ellos sería casi imposible esta tarea”.

-¿Por qué el alzheimer sigue sin tener una política de Estado en nuestro país?

“Otros países nos llevan ventaja, es verdad, pero en 2014 se ha dado un paso fundamental en ese sentido con la creación del Grupo estatal de demencias, que quiere abordar de forma integral el tratamiento y la atención a las personas afectadas por la enfermedad de alzheimer y otras demencias. Se trata de una reivindicación de la Ceafa que ha hecho suya el Imserso y nosotros lo aplaudimos”.

-¿Cómo se articula ese Centro estatal de demencias?

“Pues desde el Centro de Referencia Estatal de alzheimer en Salamanca, como pieza fundamental en la coordinación de esta iniciativa que nace con un grupo de trabajo en el que participan tanto las administraciones autonómicas como locales y en el que estamos presentes con tres miembros. La intención es marcar una hoja de ruta para articular este tratamiento integral. Los pasos serán lentos pero es muy importante que al fin se haya empezado a caminar en este sentido”.

-¿La Ley de Dependencia fue un paso a medias o un mal paso?

“Un paso insuficiente, pero nunca un mal paso. Las previsiones quedaron desbordadas y resultó imposible de cumplir desde la perspectiva económica. Se han generado desequilibrios entre las distintas comunidades autónomas. De esa experiencia hay que entender que es imprescindible un consenso político en el ámbito sociosanitario”.

-¿Y cómo está Canarias en ese mapa de desequilibrios?

“Soy reacio a las comparaciones. ¡Pero es que entienda que ni siquiera sabemos cuántas personas sufren alzheimer hoy día en España! Llevamos cinco años hablando de 800.000 en toda España, y digo yo que en estos cinco años, con el envejecimiento de la población… Lo primero sería saber cuántos hay, a cuántos se les atiende, a cuántos no… Para empezar. Y, claro está, que las comunidades no sean ajenas a ese consenso político del que le hablaba porque luego son las administraciones que van a aplicar las decisiones que se adopten”.

-En Tenerife se baraja la cifra de unos 10.000…

“Lo único que hay son estimaciones. Se calcula que el 7% de los mayores de 65 años y el 50% de los que pasan de 85”.

-El alzheimer no tiene cura pero sí muchas medidas paliativas…

“La frase hecha es: el alzheimer no tiene cura pero tiene tratamiento. Sobre el remedio pues no parece que vaya a llegar en poco tiempo, es decir, los que lo padecen ahora lamentablemente no lo van a ver. Pero sí que hay muchas maneras de tratarlo, tanto farmacológicamente como no. Y es realmente importante porque hay que tener en cuenta que de alzheimer no se muere, y todo el tiempo que se logra retrasar se gana en calidad de vida y en tiempo que se resta a unos años que resultan muy difíciles para todos los implicados”.

-Antes hablaba del envejecimiento de la población, un fenómeno que irá en aumento en los próximos años…

“En 2009 España vivió el inicio de una crisis económica que todavía hoy tiene serios efectos en nuestra sociedad. Dentro de unos años España vivirá otra
gran crisis y será social por el envejecimiento de la población y el avance de todo tipo de demencias de origen degenerativo. Hay que plantearse este asunto desde ya o volveremos a llegar tarde”.