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Miles de nepalíes huyen de Katmandú ante las réplicas continuadas

EUROPA PRESS – REUTERS | Bhaktapur

Miles de nepalíes han comenzado a huir de Katmandú, la capital de Nepal, este lunes aterrorizados tras dos días de potentes réplicas y ante la inminente falta de alimentos y agua tras el terremoto de 7,9 en la escala Richter que ha dejado hasta el momento más de 3.700 muertos.

Un alto cargo del Ministerio del Interior ha indicado que las autoridades no han sido capaces aún de establecer contacto con las zonas más afectadas en este montañoso país y el balance de víctimas mortales podría llegar a las 5.000.

Las carreteras que llevan fuera de Katmandú estaban llenas de personas, algunas con bebés en sus brazos, intentando subir a autobuses o haciendo autostop en coches y camiones para ir hacia las llanuras. En el Aeropuerto Internacional Tribhuvan de la capital hay largas colas de turistas y residentes desesperados por tomar un vuelo que les saque de Katmandú.

“Estoy dispuesta a vender incluso el oro que llevo por comprar un billete, pero no hay nada disponible”, asegura Rama Bahadur, una mujer india que trabaja en la capital nepalí.

Muchos de los alrededor de un millón de habitantes de Katmandú han dormido a la intemperie desde el sábado, bien porque sus viviendas han quedado destruidas o porque están aterrorizados por las réplicas y que puedan quedar aplastados.

“Estamos escapando”, comenta Krishna Muktari, que regenta una pequeña tienda en Katmandú, de pie junto a un importante cruce de carretera. “¿Cómo se puede vivir aquí? Tengo hijos, no pueden estar fuera de casa toda la noche”, añade.

Las autoridades, sobrepasadas, están intentando hacer frente a la falta de agua potable, alimentos y electricidad, así como la amenaza de enfermedades. Por su parte, el Gobierno ha pedido ayuda internacional.

“El gran reto es la asistencia”, ha indicado el secretario jefe, Leela Mani Paudel, el burócrata de más alto rango del país. “Pedimos a otros países que nos envíen material especial de emergencia y equipos médicos. Necesitamos desesperadamente la experiencia extranjera para superar esta crisis”, ha admitido.

RESCATE EN EL HIMALAYA

En el Himalaya, cientos de escaladores están en el campo base en el Everest, donde una gran avalancha tras el terremoto se cobró la vida de una veintena de personas, en el que es ya el peor desastre en la montaña más alta del mundo.

Los equipos de rescate, ayudados por las buenas condiciones meteorológicas, han usado helicópteros para evacuar a decenas de personas atrapadas en altitudes más altas, dos cada vez.

Los enfermos y heridos yacen a cielo descubierto en Katmandú, incapaces de encontrar camas en los abarrotados hospitales de la ciudad. Los cirujanos han instalado un quirófano dentro de una tienda de campaña en los terrenos del Medical College.

Por toda la capital, familias agotadas han colocado colchones en las calles y han erigido tiendas para guarecerse de la lluvia. La gente hace fila para recoger el agua que distribuyen camiones cisterna, mientras que unas pocas tiendas todavía abiertas apenas tienen productos en sus estanterías.

BHAKTAPUR

En la antigua localidad de Bhaktapur, al este de Katmandú, muchos ciudadanos viven en tiendas de campaña en una escuela después de que los edificios centenarios se hayan venido abajo o presente grandes grietas. “Nos hemos convertido en refugiados”, se lamenta Sarga Dhaoubadel, una estudiante cuyos antepasados construyeron la vivienda familiar en Bhaktapur hace más de 400 años. Ahora, subsisten con tallarines instantáneos y fruta.

“Nadie del Gobierno ha venido para ofrecernos ni siquiera un vaso de agua”, se queja. “Nadie ha venido ni siquiera para comprobar nuestra salud. Estamos completamente por nuestra cuenta. Todo lo que podemos esperar es que las réplicas ceses y que podamos intentar y conseguir volver a casa”, añade.

Al menos 3.726 personas han muerto y más de 6.500 han resultado heridas por el terremoto, el peor que ha vivido Nepal desde 1934, cuando hubo 8.500 muertos. Otras 66 personas han fallecido en India y al menos 20 en la región del Tíbet, en China. Se espera que el balance siga aumentando a medida que se consiga acceso a las zonas más remotas.

Nepal, de 28 millones de habitantes, solo tiene 2,1 médicos y 50 camas de hospital por cada 10.000 personas, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2011. Los médicos de un hospital de Katmandú han dicho que necesitan más de mil camas más para tratar a los pacientes que están siendo traslados de forma continuada en ambulancias y taxis.