El pasado lunes se celebró el día internacional de la Actividad Física. Una fecha para celebrar la importancia y el impacto de este fenómeno sobre la sociedad. Nosotros lo hemos celebrado como corresponde, con nuestra sesión de entrenamiento diario y un ritmo de vida alejado del sedentarismo.
Venimos de disfrutar las merecidas vacaciones de Semana Santa, con algo de remordimiento por los excesos que tuvimos en la misma. Comidas con amigos que hacía tiempo que no veíamos, muchas fiestas, algunas procesiones y como no, mucha playa. Sin duda la Semana Santa ocupa en nuestro calendario un lugar estratégico para hacernos pensar en el verano. Un pequeño tentempié, en el que nos sentimos como en verano en unos pocos días y más aún cuando el tiempo acompaña como en esta ocasión. Nos quedan unos meses para llegar a esa temporada del año en el que queremos tener nuestro cuerpo lo mejor posible para lucir. El clima en nuestras islas se presta a que nos quitemos la camisa y nos pongamos el bikini o el bañador. Seguramente en esta pasada semana, hemos visto a más de un conocido luciendo en la playa un cuerpo mejor que el nuestro, sirviéndonos de motivación para proponernos llegar al verano con unos kilos menos y algo más de músculos.
La verdadera operación Bikini debe empezar aquí, si no ha sido antes. Es imposible que consigamos buenos resultados si empezamos nuestro cambio en junio. Los cambios en nuestro organismo no se pueden conseguir de un día para otro de forma segura. Muchas dietas milagrosas prometen conseguir una figura perfecta en semanas y perder peso de forma vertiginosa. Pero ¿cuál es el precio a pagar? Según el colegio Americano de la Medicina y el Deporte (ACSM), “no es sano perder más de 0,5kg por semana”. Un descenso mayor de nuestra masa corporal puede afectar a la perdida de nuestra masa magra. En nuestro organismo se puede distinguir entre la masa grasa que como su propio nombre indica representa a la cantidad de grasas que tenemos y la masa magra que se corresponde con todo aquello que no es grasa (músculos, huesos y otros tejidos). Por consiguiente, una perdida de esta masa no grasa debilitaría nuestro cuerpo al perder musculatura o densidad ósea. Suele suceder con una dieta muy estricta en la que nuestro organismo obtiene energía almacenada en nuestros músculos para poder cubrir nuestras necesidades energéticas o en dietas en las que no se realiza ejercicio que tonifique nuestra musculatura. Por lo tanto el binomio Dieta+Actividad Física debe ir ligado, perdiendo grasa sin descuidar nuestros músculos.
Empiece ahora con la operación bikini y tendrá más opciones de éxito para llegar al verano como le gustaría. Déjese aconsejar por alguien que sepa y este proceso será más fácil y seguro. ¡Nosotros ya empezamos!
*CAFD Col nº55163
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