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Puertos de Tenerife – Por Sergio García de la Cruz

Desconozco cuál es el fin de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife para llevar a cabo una gestión que no se adecua a lo estipulado y, por ejemplo, limitar el aparcamiento de los vehículos que van a recoger a los pasajeros que llegan desde otros puntos desde otros puntos del país. Nunca está por demás revisar los conocimientos supuestamente adquiridos, porque a veces nos suele pasar que al realizar esta acción nos damos cuenta que algo que creemos saber y damos por hecho, se nos ha olvidado e incurrimos en un error del que se pueden derivar consecuencias negativas muy importantes. Por lo que continuando con la acción descrita, recordamos que aunque en otro tiempo el transporte marítimo de pasajeros tuvo mucha relevancia ahora ha quedado más bien reservado al ámbito turístico (cruceros), si bien en España, por sus peculiaridades geográficas, sigue teniendo mucha importancia el transporte de viajeros, en particular el cruce del estrecho de Gibraltar, el transporte desde las islas Canarias y Baleares a la Península, así como entre las islas pertenecientes a cada uno de estos dos archipiélagos.

Dentro de la política e iniciativas del Ministerio de Fomento desarrolladas por Puertos del Estado, sobre accesibilidad al transporte y más concretamente en la competencia definida como tráfico de pasajeros se nos explica una serie de términos, incluyendo en su apartado número dos las características de las instalaciones asociadas a este tipo de tráfico. Se describen tres tipos de tráfico marítimo de pasajeros; de corta distancia, que utiliza fundamentalmente embarcaciones rápidas de pequeño tamaño, de trasbordador o ferry (de corta o larga distancia) y de cruceros turísticos, en sus dos modalidades (de escala y de base), para continuar enumerando una series de servicios básicos asociados, sin los cuales la actividad principal se vería mermada desarrollándose incorrectamente.
La principal instalación que facilita el intercambio entre el transporte marítimo y el terrestre es la Terminal Marítima y que la misma debe gozar de amplias zonas para el desarrollo del intercambio modal, en particular con las siguientes instalaciones: zonas para el estacionamiento de los vehículos y bajada de los viajeros, tanto para vehículo privado, taxi o autobús; zonas de estacionamiento de vehículos privados y de autobuses… (vuelve a repetir), ¿tal vez serán importantes?, digo yo; paradas de taxis; facilitar en la mayor medida posible el acceso peatonal y si fuera posible deberán contar en sus inmediaciones con paradas de guaguas urbanas o interurbanas de líneas regulares.

Si usted tiene la necesidad o la ocasión de utilizar las diferentes terminales de pasajeros existentes en la actualidad en nuestro puerto capitalino, podrá contrastar lo anteriormente expuesto y estará de acuerdo que el hábito de revisar es una acción saludable tanto física como mental y que deberíamos realizarla con una mayor asiduidad, tanto los usuarios como los gestores de lo público, porque no cabe duda que cualquier rutina de este tipo va a repercutir positivamente en nuestra calidad de vida, máxime cuando estamos afrontando una adversidad de vital importancia para nuestro puerto que incidirá en la salubridad futura de los habitantes y usuarios de nuestra capital.