Ó. H. | Santa Cruz de Tenerife
Mucho se habla de las deficiencias del CD Tenerife en cuanto a su escasez productiva, que le hace ser el peor equipo en cuanto a goles a favor de la Liga Adelante. Los 30 goles marcados en 34 jornadas solo son igualados por otros dos clubes de la parte baja de la clasificación como Recreativo de Huelva y CA Osasuna. Pero a la hora de resumir los registros del conjunto blanquiazul a siete jornadas para el final del campeonato, poco se valoran los excelentes datos a nivel ofensivo, que hacen que el CD Tenerife presente números que dejan en buen lugar a la zaga insular en particular, y al comportamiento en bloque a nivel defensivo a nivel más general.
Solo siete equipos, incluyendo a los tres primeros clasificados de la categoría, han recibido menos goles que el representativo tinerfeño. 37 goles encajados hablan en clave positiva de un conjunto que durante la etapa de Cervera como entrenador ya era considerado como una escuadra sólida y fiable en el apartado defensivo, una identidad que no ha perdido con Raúl Agné como técnico. Sporting de Gijón (25 tantos recibidos); Betis (28); Valladolid (30); Girona (31); Llagostera y CD Leganés (32) y Alavés con 36, son los equipos que marcan la pauta en cuanto a rendimiento defensivo, en una parrilla en la que luego aparece el Tenerife.
Ese contraste entre goles a favor y en contra es el que llama la atención de las virtudes y defectos del cuadro tinerfeñista en esta temporada de altibajos. “Hoy solo quiero ver cosas positivas; hemos elegido mejor que otras veces y espero que el siguiente paso sea marcar esas ocasiones”, dijo Agné cuando fue preguntado por las carencias ofensivas de su equipo. Un Tenerife que ante la Llagostera se quedó sin marcar por segunda semana consecutiva.
Un equipo que, eso sí, venía de una racha de ocho partidos consecutivos viendo portería hasta llegar al partido ante el Alavés hace dos jornadas. De esa manera, desde que Agné se hizo cargo del CD Tenerife hace casi tres meses, los insulares solo encajaron más de un gol en un partido (Barça B), reforzando sus números atrás.