EUROPA PRESS | Washington

La publicación de un video en el que se observa cómo varios agentes propinan una paliza a un hombre que presuntamente había robado un caballo en San Bernardino, California, es el último caso de brutalidad policial que ha causado revuelo en Estados Unidos. El sheriff del condado ya ha ordenado abrir una investigación interna para esclarecer el caso.

En la grabación, una pareja de agentes reduce con una pistola taser al hombre, que ha sido identificado como Francis Jared Pusok y que habría robado un caballo, tras lo cual, con el detenido en el suelo, los policías comienzan a darle patadas y puñetazos durante al menos dos minutos.

En ese lapso de tiempo, otros agentes acuden al lugar y participan en la paliza, propinándole repetidos golpes por todo el cuerpo, incluida la cabeza.

En total, unos ocho policías asestan 17 patadas, 37 puñetazos y cuatro porrazos sobre el sospechoso que permanece inmóvil y desarmado, según ha informado la cadena NBC, medio que ha grabado en exclusiva el video desde uno de sus helicópteros.

Pusok se queda tendido en suelo durante más de 45 minutos, sin recibir atención médica, mientras los agentes se congregan en torno a él. Según las autoridades, Pusok, de 30 años, ha sido hospitalizado aunque no se han detallado las lesiones que presentaba.

Por su parte, el sheriff del Condado de San Bernandino, John McMahon, ha ordenado este jueves la inmediata apertura de una investigación interna para aclarar una grabación que ha descrito como “perturbador”.