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Vinos bajo el mar

El primer módulo de almacenamiento se introdujo en el mar el pasado sábado cerca del muelle del Porís de Abona. | DA
El primer módulo de almacenamiento se introdujo en el mar el pasado sábado cerca del muelle del Porís de Abona. | DA

NORBERTO CHIJEB | Arico

Roberto González Gil, en paro y con necesidad de dar de comer a dos hijos, se estrujó la cabeza en busca de una alternativa laboral que aliviara su economía. Buceador profesional, hace tres años barajó la idea de crear en el fondo del mar una bodega y el sábado pasado el gran proyecto comenzó a tomar cuerpo con el hundimiento del primer gran módulo que dentro de dos semanas albergará en su seno a unas 2.500 botellas de vino.

Junto a Trinidad Fumero directora de calidad y trabajadora del Consejo Regulador de la DO Abona, Roberto González ha sacado la idea adelante después de lograr los permisos de Costas, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Arico, para situar el almacenamiento de los caldos, “todos de denominación de origen” -recalca González-, a 18 metros de profundidad y a 200 metros del muelle del Porís de Abona. Su estructura de hormigón y acero alberga en el interior varias cavas con una capacidad inicial para casi 5.000 botellas. La bodega proporciona unas condiciones de luz, humedad, temperatura, presión y gravedad imposibles de conseguir en bodegas por encima del nivel del mar.

El módulo de almacenamiento está realizado en acero y hormigón. | DA
El módulo de almacenamiento está realizado en acero y hormigón. | DA

Esta primera bodega submarina canaria crea “un ambiente diferente que se mantiene a la temperatura ideal”, comenta el padre de una idea que ya se ha introducido en otros lugares de España, como Valencia o Cantabria, a donde se han llevado algunos caldos de Lanzarote, por ejemplo. La idea de Bodega Submarina de Canarias es que los bodegueros de la Islas no tenga que marcharse fuera a envejecer o almacenar sus vinos.

Hay un antecedente similar en Tijarafe (La Palma), aunque en este caso en una cueva natural, donde se envejecen los vinos Tendal (blanco y tinto) y Zorongo (rosado y blanco) a 20 metros de profundidad.