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Los berros tienen un mercado estable a lo largo del año

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Unido de manera indisoluble a la gastronomía de las Islas, el berro es una referencia constante en el mercado, donde se ha consolidado por su composición nutricional. Al paso de los años esta sencilla verdura se ha impuesto sobre modas culinarias, pues siendo imprescindible en los potajes, y por ello, de mayor demanda en el invierno, no ha dejado de ganar terreno para otros usos, posicionándose con éxito en la nueva cocina, tanto en cremas como en ensaladas y más recientemente en los socorridos batidos verdes, incluso en bocadillos y montaditos. En el Archipiélago se destinan a su cultivo unas 33 hectáreas, destacando el municipio grancanario de Firgas, con casi el 40% de estas, que en la zona de San Antón se ha consolidado como un elemento identificativo en el paisaje.

El cultivo es de importancia también en Telde, Santa Cruz de Tenerife, Arafo, Hermigua y Vallehermoso. Los precios al agricultor suelen rondar en una media de 0,75 euros, con un mínimo de 0,60 euros y alcanzando puntualmente los 1,50 euros. Esos valores se corresponden al manojo, que suelen pesar medio kilo, dependiendo de la generosidad del cosechero y de la situación del mercado. En los últimos años, el cultivo del berro ha experimentado grandes avances.

Entre las explotaciones más innovadoras cabe citar la que tiene en Arafo el agricultor Jacinto Díaz Armas, que dedica a ese cultivo más de dos hectáreas, bajo invernadero, en sistema de hidroponía y con un eficaz sistema para estabilizar la humedad ambiental.

Su explotación incluye otras hortalizas, y en todos los cultivos aplica un depurado sistema de control integrado, minimizando los efectos de las plagas, apostando por la calidad del agua y posicionando en concreto su oferta con la marca Berros de Tenerife. Los inicios de Jacinto Díaz en Masca contribuyeron a que forjara su carácter indiscutiblemente emprendedor, valor que ha sabido trasmitir a su hijo, técnico agrícola, con quien comparte proyectos y junto al que se apresta a desarrollar soluciones ingeniosas que les permiten superar los problemas que en el ejercicio de la actividad se presentan. Jacinto Díaz recorre una y otra parcela, regulando el riego, y de una mirada localiza y corrige entre el intenso verde cualquier desajuste por pequeño se sea. “Desde ahora y hasta el termino del verano el berro requiere una atención mucho más constante. En estos meses las plantas evolucionan muy rápidamente y llegan a la floración, por eso nos vemos obligados a dar los cortes más frecuentes. En otros momentos del año el ciclo es más pausado, llegando estos meses, año atrás año, al acusar temperaturas más bajas de lo normal, a una ralentización, y por ello en determinados momentos nos vimos con dificultades para atender la demanda”.

Berros de Tenerife está en el mercado con una marca diferenciada. “Sé lo que representa el trabajo del comerciante, porque yo lo he sido durante muchos años. Conozco bien los kilos que se estropean y tengo muy asumido que si no se está atento, te quedas con lo comido por lo servido. Tenemos una red diaria de distribución y retiramos la mercancía que no está en condiciones al tiempo que entregamos el producto fresco. Hemos mantenido un compromiso y lo mantenemos, por eso asumo el riesgo de la mercancía que no tiene salida en el día, pues creo que ese es mi deber. Nuestros berros están siempre frescos y con la garantía sanitaria máxima”.