Absorto en el tráfico distinguí un serpenteo rojo y gualda pues el alisio azotaba la enseña patria…cerré los ojos e imaginé que habría sido de nosotros si Nelson hubiera desembarcado o mejor aún, que la Compañía de Indias neerlandesa se hubiese apoderado de una isla como valiosa escala en la encrucijada atlántica. Después escuché al Kennedy de Coalición. Entiéndase al flemático señor Clavijo. “Es hora de que Canarias mire a África y su mercado de mil millones de personas”. Suena bien, pero a mí se me derramó el té.
Señor mío, Canarias, lamentablemente, tiene muy difícil ser ese hub de cara al continente africano que ustedes -la clase política- llevan años clamando cual brindis al sol. ¿Razones? El estado español poco ha evolucionado del corsé fiscal de Felipe II ergo sólo una visión rancia y limitada no ve en las islas una oportunidad de generar riqueza. Alterar el régimen autonómico y dotarnos de una fiscalidad promiscua que atrajera empresas, inversión y un registro de buques, generaría varias derivadas. Entre las más excitantes sería que al Reino Unido, Gibraltar, le empezaría a costar peniques y quizás se plantearía negociar; y es que la libra pesa más que el romanticismo del Rule Brittania. El emplazamiento de ultramar es la premisa que hace debatible un estatus fiscal afín a la España continental. De cara a África, el binomio geografía-seguridad jurídica nos dice que sí, pero nuestra maraña administrativa y amordazamiento autonómico nos lo impide. Alejado del nacionalismo, abogo por replantear ¿por qué España no convierte este alfil atlántico en un eje económico de cara al África inmediata? Entre Marruecos y Costa de Marfil sólo hay dos refinerías: la que el alcalde Bermúdez no quiere y otra en Senegal. Un mercado potencial de más de 50 millones de consumidores cuyo suministro de refinados en mayor parte procede de Rotterdam. Incomprensiblemente, sólo España puede tener una planta petrolífera inoperativa a las puertas de África. Diariamente son varios los petroleros en tránsito entre las islas y los puertos africanos; fletes que podrían zarpar de Canarias hacia Dakar o Monrovia. Sólo así empiezas a convertirte en puerta de entrada a África.
*CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA Universidad de la laguna
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