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Capitalidad turística y empleo – Por José Manuel Bermúdez Esparza

Santa Cruz de Tenerife se apresta a vivir este martes una jornada verdaderamente memorable, con ocasión del arribo del Anthem of the Seas, el segundo crucero más grande del mundo.
De este modo, nuestro puerto acogerá la primera escala en Canarias de esta gigantesca embarcación, con 347 metros de eslora, 168.000 toneladas de registro bruto y 16 cubiertas de pasajeros, que transporta más de de 5.000 personas a bordo, de las que 3.800 son turistas y 1.300 tripulantes. Son, qué duda cabe, unos datos más que llamativos, que vienen a corroborar el auge experimentado por el turismo de cruceros en esta capital, a lo largo de los últimos años, con lo que ello supone para la economía local.

Propiedad de la Royal Caribbean, una de las grandes compañías de cruceros que operan en Santa Cruz, el Anthem of the Seas está catalogado como el barco tecnológicamente más avanzado del momento. De hecho, desde su reciente botadura en el puerto de Southampton, su paso por ciudades como Bilbao, Barcelona, Málaga o Cádiz ha supuesto un acontecimiento social, tanto por la curiosidad despertada entre los residentes como por el movimiento generado por su pasaje.

Por dicho motivo, esta semana he tomado parte en una reunión de trabajo y coordinación con la Autoridad Portuaria, que nos sirvió para repasar el operativo dispuesto para la jornada del martes, durante las siete horas que el buque permanecerá atracado en el muelle Sur.

La presencia entre nosotros de este coloso de los mares viene a coincidir con la conmemoración del décimo aniversario de la arribada del Queen Mary 2, el 16 de enero de 2004, considerado entonces como el mayor crucero de todos los tiempos. Recordamos ahora cómo aquella visita realzó en la población el ambiente propio de su genuino carácter portuario, igual que sucediera mucho tiempo antes, en enero de 1962, con la primera escala del France, según señalan las crónicas.

Disfrutamos así de una nueva muestra de ese reencuentro de la ciudad con el mar sobre el que venimos insistiendo, así como del vínculo insoslayable de Santa Cruz de Tenerife con su puerto, que es lo que históricamente ha dado sentido a nuestra capitalidad.

Tal y como anunciamos la semana pasada, en un acto informativo junto a la Autoridad Portuaria y el Cabido Insular, esta capital acogerá el próximo año la undécima edición de la Seatrade Cruise Med, la feria más importante del sector cruceros en Europa.

Basta decir que las previsiones calculan la presencia de unos 600 delegados de empresas del sector y de un movimiento asociado por encima de los 4.000 participantes, con representantes de todos los segmentos de su cadena de valor (navieras, puertos, operadores turísticos, astilleros, sociedades de clasificación, empresas de ocio y tiempo libre, etcétera) Todo ello hará de esta cita el mayor evento ferial de cuantos hemos celebrado hasta ahora.

Por eso cobra fundamento la condición de Santa Cruz como capital turística. Junto a la pujanza imparable del movimiento de cruceros y el brío creciente de los congresos y convenciones, no hay que olvidar que nuestra capital atrae cada vez más las visitas de turistas alojados en el Norte y Sur de la isla, que hacen de esta excursión la segunda más solicitada, teniendo por delante solo la del Parque del Teide. Igualmente, la ocupación de los establecimientos hoteleros ha crecido, sobre todo en el último año y medio, dentro de una tendencia que habrá que consolidar, siguiendo la línea de colaboración establecida entre el Ayuntamiento, el Cabildo y Ashotel, la patronal del sector. Su repercusión en el movimiento económico y la creación de empleo, en sectores como el comercio, la hostelería o la restauración, justifican nuestro interés.

*ALCALDE DE SANTA
CRUZ DE TENERIFE