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De cara al mar

POR ANTONIO SALAZAR

Berto Cejas
Berto Cejas

Es un negocio agradecido porque venden ocio, relax y tiempo libre. Esa es la parte visible, pero hay otra no tan evidente. Todo depende de la administración y ellos son gestores de concesiones administrativas, con lo que eso implica. Todo empezó al observar la manifiesta oportunidad de mejora que ofrecía una Marina que gestionaba directamente la Autoridad Portuaria en San Sebastián de La Gomera. Solicitaron hacerse cargo de ella y han pasado 17 años desde entonces. Durante todo este tiempo han contribuido a mejorar el entorno, crecer empresarialmente y no estarse quietos nunca, buscando atraer clientes náuticos a sus instalaciones. Por eso celebrarán el XV Campeonato de Pesca Isla de la Gomera el próximo fin de semana, un acontecimiento esperado por el sector.

-Inician la actividad en 1998. ¿Qué les trae a La Gomera?

“Acababa de terminar mis estudios y quería definir una actividad a la que dedicarme. Mi familia estaba relacionada con el mar, conocíamos La Gomera y veíamos las posibilidades de la isla y la marina. Claro que estaba gestionada directamente por la Autoridad Portuaria, con lo que eso significa. No había seguridad, un marinero por turno, no había demasiadas comodidades, teniendo un potencial enorme. Está a 18 millas de Tenerife. Así que nos interesamos, nos informamos y conseguimos la concesión administrativa”.

-Poco después ya se hacen con otra marina en Tenerife

“Queríamos tener actividad en la isla y empezamos a buscar. Es Puerto Chico, desde el año 2000. Allí son 50 atraques y queremos crecer tras alcanzar un acuerdo con la Autoridad Portuaria. Ellos han rescatado la concesión del Muelle La Piedra después de estar cinco años vacío y sin actividad. Hemos insistido porque es nuestro crecimiento natural y ahora podremos ofrecer servicios que tienen una demanda no satisfecha, la de aquellas personas que, teniendo una neumática, moto de agua o barco de menos de seis metros, necesitan un punto donde tirarlo al agua. Tendremos aparcamiento, espacio y un puente grúa para embarcaciones de hasta siete toneladas”.

-En San Sebastián han ido creciendo de forma paulatina, casi año a año

“En 2005 nos atrevimos con el edificio de servicios para la Marina. Allí tenemos una gasolinera y tienda. Facilitó las cosas que el Cabildo integrara todos los productos de alimentación bajo una misma marca y que, de repente, los barcos de cruceros empezaran a hacer escala allí. Ha habido un gran crecimiento en los últimos años, pasando de 20 o 25.000 turistas al año a los casi 100.000 del año pasado. Hemos vendido un poco de todo, joyería, alimentación, postales o textil. Y hemos ido observando sus demandas. Por ejemplo, hemos tenido que afinar con el proveedor de textil porque se suelen fijar en la etiqueta, descartando aquellos productos que proceden de Asia. Están muy sensibilizados con la explotación infantil y nos lo trasladaban”.

-Hablaba de la gasolinera de ese edificio y tienen otra en la Villa. Y también la que está en la marina.

“Nosotros empezamos con una actividad y luego han ido surgiendo otras. La gasolinera de la marina era una necesidad porque no se puede intentar atraer grandes embarcaciones si luego para repostar tienes que ir a Tenerife. Hacerla nos dio pie a poder competir por ese tipo de barcos y, por ejemplo, a organizar el campeonato de Pesca de Altura Isla de la Gomera que este año cumple XV ediciones. Una vez tienes el contacto, hemos ido haciendo otras cosas y ahora vendemos el 50% del combustible para vehículos de la Isla, con DISA como bandera”.

-Se ve la progresión del negocio pero también el inconveniente surgido en su día con el proyecto que tenían para Valleseco

“Aquello se vendió muy mal porque se llegó a decir que era un puerto que iba delante de la playa. Nada más lejos de la realidad; empezamos la obra, firmamos un acuerdo con la Universidad para rehacer el espigón, que ellos necesitaban, en fin, era un acuerdo que entendíamos beneficiaba a todas las partes. No fuimos capaces de convencer a la gente y aunque nos enfadó entonces porque pensamos que habíamos perdido tiempo y trabajo, creo que, visto con la perspectiva de los años, nos hicieron un gran favor”.

-¿Por qué?

“Básicamente porque eso fue en 2004. Al año siguiente no se le ocurre mejor cosa al Gobierno que aprobar unas tasas portuarias en las que el concesionario debe recaudar para la administración, siendo además el sujeto pasivo obligado. Es decir, nosotros tenemos que ingresar ese dinero, lo cobremos o no. Encima, es una tasa que no tienen los puertos del Gobierno autónomo y esto comprometía mucho la viabilidad del proyecto”.

-Es un negocio que requiere de un roce sistemático con la burocracia. No le arriendo la ganancia

“Si quieres hacer algo en el mar, así es como está establecido. Y según sea el proyecto tendrás que lidiar con la administración estatal o la autonómica. Lo peor de este negocio no ha sido tanto la crisis -que también- como la inseguridad jurídica. Aquí te metes en inversiones potentes, que son a largo plazo. Y a la mitad, cambian las reglas, como cuando hicieron lo de la tasa. Eso te puede llevar a la ruina. A tus clientes les debes empezar a trasladar ese precio público y a ellos les da igual que sea tasa o tarifa porque en lo se fijan es en que tienen que pagar algo que los usuarios de los puertos autonómicos no”.

-Luego tienen al Gobierno autonómico regalando el alquiler de los atraques para potenciar un puerto como el de Garachico…

“No lo ponen fácil. No se puede competir contra quien no está obligado a presentar cuentas o aquellos que pueden permitirse perder el dinero de todos. En esas condiciones, casi mejor dedicarse a otra cosa”

-Y el futuro, ¿por dónde pasa?

“Vamos a intentar atraer clientes de toda Europa y por eso asistiremos a ferias en Alemania y Francia. En invierno hay flotas paradas en el Mediterráneo y aquí podemos ofrecer un buen clima y una temperatura agradable del agua. Hay compañías de chárter que pueden organizar rutas de siete días. Ahora es más sencillo porque hay marinas y atraques en Tenerife Sur, varias en La Palma y en el Hierro parece que también habrá. El turismo náutico es súper generoso con el entorno, la marina se queda con apenas el 10% del gasto total que hacen los turistas y crea mucha riqueza”.