economía >

Cerrando círculos, Fernando López

fernando lopez

Coordinado por Antonio Salazar

Fernando López es un empresario de una generación para quienes las cosas no fueron sencillas. Ingenio empresarial de sobra y una innata -y asombrosa- capacidad de trabajo explican su éxito y ni siquiera esta demoledora crisis lo ha hecho tambalear. Sigue al frente de un grupo que da empleo a 851 personas ‘cerrado marzo’ y en unos años estarán por encima de las mil cien, cuando se abra un hotel singular en el sur de la Isla, el hotel familiar Victoria. Siente orgullo y no parece que sea para menos

-¿No se jubila?

“Como fundador del grupo estoy viviendo una luna de miel. Me siento muy feliz, contento porque tenemos lo mejor al conseguir aunar en un proyecto todo lo que se puede desear, no solo lo que ve, también y particularmente el capital humano. Estoy muy satisfecho de como se han ido integrando mis hijos, que han sabido ir asumiendo responsabilidades hasta llegar a hacerlo mejor que yo”.

-Estaban diversificados ya antes de entrar en la crisis pero no todas las empresas del grupo habrán respondido igual.

“La mejor de todas, sin lugar a dudas, es la turística. Estamos muy metidos en el sector con varios hoteles y pronto llegaremos a las 4.000 camas. Son hoteles de categoría y calidad en Costa Adeje. Es cierto que en 2005 la rentabilidad era superior, con la misma ocupación ganábamos más dinero. Dicho eso, con satisfacción podemos afirmar que el sector se ha comportado mejor que el resto de actividades, la crisis nos ha afectado pero mucho menos. No lo digo solo por nosotros”.

-También estaban el sector auxiliar de la construcción, con hormigón y ferreterías, por ejemplo.

“Sí, en prefabricados no terminamos de remontar, no se ve que la cosa mejore. Nosotros tenemos reuniones con frecuencia para valorar lo que debemos hacer de cara al futuro y de momento la seguimos aguantando. Pero no puede ser una situación indefinida. En la ferretería pasa algo similar, es un negocio que necesita que la construcción vaya bien. Así que buscamos alternativas, mi hija Mónica se empeñó en buscarle un complemento y, desde hace un año y medio, tiene los derechos de la franquicia para Canarias de material de oficina Carlin. Ahora cuenta con un almacén y una tienda en la calle Herradores”.

-Y las papas, que es el origen del negocio…

“Pero que ya no va tan bien. Depende de las cosechas, de si hay una producción elevada o no y en los últimos años en Europa ha habido mucha. Y aquí mismo, en Canarias, da la sensación de que la gente se ha vuelto al campo para plantar. No es lo de antes, pero tampoco es la construcción”.

-En 2009 abrieron Pricemesa, en plena crisis.

“Eso es, pasó dos años regulares pero luego ya remontó. Es una empresa de alimentación y uniformes, que creamos con intención de servir a nuestro grupo y luego atender las demandas de otros clientes. Esa filosofía también está presente en la empresa de material de oficina que te comentaba o en la correduría de seguros que depende de mi hija Ana Belén. La empresa es una gran consumidora de productos de estas empresas, como lo es de productos de informática y comunicación que está a cargo de Fernando, mi hijo”.

-Hace unos años se especuló con que entraban en el negocio de los puertos deportivos. En concreto, se hablaba de la marina de Radazul.

“La empresa de Náutica no termina de remontar y nos pasa igual que con Prefabricados, nos hemos dado un tiempo. Está muy vinculada al ciclo económico y sin nóminas la gente sacrifica ocio en favor de la alimentación y otras necesidades. Veíamos que la gente de un poder adquisitivo medio lo estaba pasando también muy mal y con esas condiciones preferimos no continuar con las conversaciones”.

-Hay nuevas inversiones, algunas muy visibles como la antigua Churrasquería Rodeo en Guamasa.

“Hemos comprado el local con la intención de hacer ahí un centro logístico que nos permita acercarnos al Norte de la Isla, ya que casi todo lo tenemos en el Sur. Estamos intentando que esté operativo para el año 2016”.

-En una etapa de tanta convulsión, a ustedes la banca, ¿cómo los ha tratado?

“No hemos tenido problemas pero es cierto que no hemos dependido mucho de ellos hasta aquí. El hotel sí cuenta con financiación porque es una inversión de 80 millones de euros, incluido el suelo. Con los bancos no tuvimos problemas porque siempre cumplimos. Cuando comenzó el proyecto del hotel, el Santander nos dijo que ellos estaban interesados en la operación pero cuando llegó el momento nos dijeron que recibieron una orden de arriba y que solos no podrían, que habría de ser sindicado el préstamo con uno o dos bancos más. A nosotros esto no nos gustaba. Con el BBVA ya habíamos financiado el Hotel Isabel y los Prefabricados Teide pero desde el primer momento nos comentaron que ellos sí, pero tampoco solos. Tampoco nos satisfacía la idea de estar negociando con varios al tiempo. Así que nos sentamos a hablar con el Banco de Sabadell y nos llevamos una grata sorpresa. Aunque los conocíamos, daba la sensación de que no eran tan grandes pero fueron una agradable sorpresa: son de una gran iniciativa y coraje, nos dijeron que sí y en poco tiempo llegamos a un acuerdo. Nosotros tuvimos muchas novias para comprar el suelo pero preferimos aguardar, rebajar nuestra deuda y esperar al momento propicio. Si todo sale como debe, a finales de 2016 estará ya en marcha”.

-¿Dejamos atrás lo peor de la crisis?

“Afortunadamente, va quedando atrás lo peor, creo que la parte financiera sí y hoy ya no somos el garbanzo negro de la Unión Europea, recuperándose prestigio internacional. Pero esto tiene que trasladarse a las nóminas de las familias, que se cree empleo y nuevas empresas, lo que sería la salida definitiva de la crisis. Quizás estamos entrando en esa fase”.

-Ve alguna amenaza en el horizonte

“Nadie habla de ahorrar, lo que era una constante cuando yo era pequeño. Ahora se come, se educa, se vive y si sobra algo, se ahorra. Yo soy optimista porque estamos mejor preparados que antes y nos dedicamos a que la gente viva, que no otra cosa son las vacaciones. Las amenazas son siempre aquellas variables que quizás no podemos controlar, no sé, un volcán de esos que hace que cierren el espacio aéreo y no puedas hacer nada. Caso contrario, hasta el 2020 no parece que haya muchos motivos para la inquietud”.