1. Mientras los pajarracos gordos del PP roban, los de Ciudadanos y Podemos me parecen chiquillos llenos de buena voluntad pero con escaso mensaje. Los de Podemos más radicales son comunistas. ¿A dónde van a estas alturas? Y los de Ciudadanos son chicos de buenas familias, que llegan plenos de ilusión, pero a los que les falta rodaje. ¿Estarán preparados para gobernar? Claro que los corruptos del PP, los que lo sean, tampoco han gobernado bien, ocupándose de esconder lo que han mamado. Extiendo el asunto al PSOE, que ha mamado menos pero porque ha tenido menos tiempo. Todo esto lo digo con muchísima tristeza. Si nos trasladamos a Canarias, ni un solo miembro del Gabinete de Paulino Rivero ha sido imputado. ¿Quiere esto decir que su comportamiento ha sido intachable? Pues parece que en honradez, plenamente. Da gusto ver que en la casa de uno quienes nos gobiernen lo pueden haber hecho con más o menos acierto, pero desde luego sí con honradez. Ahí tienen lo que le pasó a Fernando Clavijo: lo imputaron por cinco tonterías y sólo el tiempo se encargó de demostrar que era inocente. Ni siquiera dio tiempo a condenarlo mediáticamente. Y, tengo que reconocerlo, jamás perdió el ánimo. Luego tenía la conciencia tranquila.

2. Estos que vienen, los jóvenes leones de la nueva España de Ciudadanos y Podemos, se expresan con teorías muy rudimentarias en las tertulias y en los debates de televisión. ¿Mi impresión?: que no tienen ni puta idea. Mientras tanto, el PP, que se ha cargado la clase media, que nos tupe a impuestos y se pone las medallas en Europa, nos engaña y nos acorrala, ya no ganará. Nunca más, con sus actuales lebranches.

3. Si voy a votar, que no lo sé, yo votaré por quienes manejen mejor mi tierra, por quienes la hagan libre y administren mejor sus pobres recursos. Ni por los comunistas de nuevo cuño, trasnochados incluso antes de nacer, ni por los que ahora van a propiciar en Andalucía la investidura de quienes han hecho posible la corrupción. O de sus herederos.

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