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¡Conduce tu vida! – Por José Juan Rivero

Hoy me gustaría comenzar esta columna planteándote las siguientes reflexiones: ¿crees qué eres impulsor de lo que haces? ¿Te sientes parte actora de los cambios que mueven tu vida? O simplemente reaccionas ante la vida y te dejas llevar sin más que responder a lo que te va sucediendo cada día. ¿En definitiva, eres proactivo con lo que haces en tu vida? El ser proactivos en nuestras vidas implica mucho más que saber tomar la iniciativa, pues lleva unido un alto grado de responsabilidad e implicación contigo mismo, reconociéndote como actor de la misma. Para ello debes de saber reconocer hacia dónde va tu vida, y sentirte con la capacidad de poder conducirla. Lo que implica sin duda alguna evitar trasladar las responsabilidades a otros sobre los rumbos que te has trazado, por esta razón las personas proactivas no van a culpar de sus comportamiento al azar o a las circunstancias que nos van aconteciendo en nuestra vida. Para ello las personas que potencian en sus vidas la proactividad van a priorizar en sus vida el vivir acorde con sus fortalezas personales y con sus valores vitales. Pues van a reconocer que sus comportamientos van a venir marcados por decisiones personales y no van a depender exclusivamente de las condiciones que acontecen en momentos puntuales. Ello no quita el entender que en la vida estamos determinados por factores económicos, laborales, personales, e incluso podemos centrarnos en dificultades más concretas como nuestro estado de salud o con situaciones complejas con la familia o los amigos, pero al final debemos de entender que cada decisión es responsabilidad de cada uno de nosotros y nosotras, vinculándolas a nuestras fortalezas y valores vitales como elementos potenciales de sentirnos partes actoras e impulsoras de nuestra vida. Stephen Covey, uno de los expertos en proactividad, habla de la ética del carácter instándonos a potenciar valores como la integridad, la paciencia, la fidelidad o fortalezas como la templanza, el coraje, la justicia, propias de las personas proactivas, pero además el ser congruentes con estas fortalezas nos alejan de comportamientos más reactivos como dejarnos condicionar por los acontecimientos externos. Ello implica que las conductas y comportamientos de los demás o las situaciones externas pierden peso, alejándonos así de la infelicidad. Por lo tanto, el camino de nuestra búsqueda del bienestar y la felicidad van a requerir de un esfuerzo por ser proactivos evitando ser reactivos. ¿Comenzamos a ser artífices constructores de nuestro camino?

*Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva
@jriveroperez