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Demasiado aeropuerto para tan pocos pasajeros

AEROPUERTO

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

El transporte aéreo es fundamental para el desarrollo de cualquier ciudad o país, pero cuando se trata de islas es imprescindible. La Unión Europea considera que España no ha organizado correctamente su tráfico aéreo -no dispone de un croquis nacional- y advierte del peligro de que no cuente con un plan director para coordinar todos los sistemas de movilidad y organizar el crecimiento de manera inteligente. Eso es lo que se desprende de un informe reciente del Tribunal de Cuentas de la UE donde se fiscalizan las últimas inversiones en aeropuertos españoles. Los expertos han llegado a la conclusión de que los fondos europeos asignados a ocho aeropuertos españoles -dos de ellos canarios- no han estado debidamente justificados. Las instalaciones de La Palma y de Fuerteventura, que obtuvieron capital para acometer obras de ampliación durante los últimos años, no han cumplido con las expectativas. Las previsiones de pasajeros han sido inferiores a las cifras reales, no se ha registrado una mejora considerable en la atención al cliente y no se ha alcanzado el mínimo de rentabilidad. Los aeropuertos, en definitiva, han estado por encima de sus posibilidades.

Ninguna de estas ocho instalaciones resultó ser rentable; solo tres -Fuerteventura, Madrid-Barajas y Murcia- mantienen “perspectivas de lograr un equilibrio a medio plazo” y cinco tenían menos pasajeros en 2013 que en 2007. Esa caída en los usuarios refleja la tendencia actual: entre 2007 y 2013 el transporte aéreo de pasajeros se redujo en España un 3,5 %.

En total, el Tribunal examinó veinte aeropuertos financiados por la UE en cinco estados miembros -Estonia, Grecia, España, Italia y Polonia- y estudió si existía la necesidad demostrada de realizar estas inversiones, si las obras se terminaron a tiempo y dentro del presupuesto y si las infraestructuras nuevas se estaban utilizando a pleno rendimiento.

COSTE PASAJERO ADICIONAL

El estudio demostró que en diez de los catorce proyectos de construcción de terminales existía una necesidad demostrable de ampliación para evitar una saturación en el futuro. En este grupo se situaron las instalaciones de Fuerteventura y La Palma, además de Vigo, Nápoles, Catania, Crotone, Vigo, Heraclión, Salónica, Rzeszów y Tallín. En dos casos (Comiso y Tartu) se precisaban nuevas terminales para que pudiera funcionar el tráfico comercial. En cambio, no había una necesidad acuciante de ampliar las terminales en Alguer (5,2 millones de euros de fondos de la UE gastados) o en Badajoz (6 millones de euros de fondos de la UE gastados), ya que los picos horarios esporádicos se habrían solucionado mejor con ajustes temporales y no construyendo infraestructuras permanentes que, por lo general, están infrautilizadas.

Sin embargo, a pesar de estas previsiones se constataron sobrecostes en nueve de los veinte aeropuertos examinados, lo que ocasionó un gasto de 95,5 millones de euros por encima de lo previsto. Esta cifra representó más del 10% del importe total del coste de estos nueve aeropuertos y tuvo que ser incluido en los presupuestos nacionales. La mayor diferencia se detectó en La Palma, donde hubo que destinar 25,6 millones de más.

La Comisión Europea, a raíz de este informe, ha decidido estudiar los criterios de asignación de fondos, aunque considera que hay que tener en cuenta otros elementos más allá de los indicadores puramente económicos, como son el modelo de negocio del aeropuerto, el número y tipo de destinos con los que opera, la capacidad aeroportuaria en otros aeropuertos, las conexiones de transporte público, los viajeros con problemas de tiempo y si el aeropuerto es utilizado principalmente por los residentes.

AEROPUERTOS COMPETIDORES

Los dos casos canarios

Aunque existía la necesidad de ampliar la capacidad del lado aire (campo de vuelo) en el aeropuerto de La Palma, el Tribunal es contundente: “Las obras realizadas en 2008 con la ampliación de la plataforma y los trabajos en la pista (consistentes en la construcción de dos aparcamientos para coches bajo la pista que no se utilizan) no se ajustaron a las necesidades reales” que existían. Un desajuste similar ocurrió en Fuerteventura. En el aeropuerto majorero se inició un proyecto de 21 millones de euros para ampliar la terminal, en el cual casi se triplicaba la superficie de suelo (de 34.000 m2 a 93.000 m2) y se añadían catorce puertas de embarque (de diez a veinticuatro), ocho cintas transportadoras de equipaje (de siete a quince) y cuatro puertas de contacto (de cinco a nueve). El alcance de las obras se predeterminó en función de una previsión de 7,5 millones de pasajeros para 2015, cuando en 2013 el aeropuerto contaba con 4,3. No obstante, aunque se hubieran alcanzado los 7,5 millones de pasajeros previstos, la terminal habría seguido estando sobredimensionada: habría bastado con diez cintas transportadoras en lugar de las quince construidas. Además, dado que no había un tráfico suficiente para que la nueva terminal se utilizara a plena capacidad, y que, según las últimas previsiones, no habría tráfico suficiente antes de 2030, la autoridad aeroportuaria decidió cerrar una parte del aeropuerto para reducir los gastos globales de mantenimiento.

La caída del mercado aéreo

El mercado aéreo español es uno de los mayores de Europa. A principios de 1970 apenas había veinte aeropuertos en todo el país con tráfico regular de pasajeros y ahora hay medio centenar. El crecimiento económico ha permitido incrementar las inversiones: casi todos las infraestructuras que existen hoy están reformadas o se han ampliado y, además, se han seguido construyendo nuevas durante los últimos años. Esta evolución se debe a que el crecimiento del tráfico aéreo ha sido muy intenso. Entre 1970 y 2012 la cifra inicial -21.415 pasajeros- se multiplicó por diez. El cambio de tendencia se produjo con la llegada de la crisis económica. La recesión ha tenido un impacto considerable en el número de viajeros. Este descenso se ha sentido en los aeropuertos canarios. En La Palma y El Hierro se han experimentado retrocesos de pasajeros inferiores al 20%, pero en La Gomera se ha superado el 52%.

No obstante, además de la situación económica y social, algunos expertos consideran que estos datos son el síntoma del agotamiento de un modelo productivo. José María Serrano y Ramón García Marín, ambos investigadores del Departamento de Geografía de la Universidad de Murcia, acaban de publicar el estudio Aeropuertos locales y de reducido tráfico en España: dificultades y necesaria reordenación de la red aeroportuaria territorial. En el documento señalan que en todo el territorio español es complicado encontrar algún punto que diste más de 200 kilómetros de un aeropuertos, es decir, la mayoría de la población vive a menos de 100 minutos de uno, y critican la falta de organización en materia de transporte.

Los dos expertos consideran fundamental el papel que han desempeñado las compañías low cost en los aeropuertos pequeños. “Han transformado el mercado, aumentado la oferta, ampliado la demanda y modificado la organización y el funcionamiento del sistema de vuelos. Pero esa dependencia conlleva también relaciones de servidumbre de cara al futuro”.

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