EDUCACIÓN >

Dos visiones para la misma Universidad

MARTINÓN OLGA ALEGRE

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Dos visiones compiten por hacerse realidad en la Universidad de La Laguna. Antonio Martinón, que se presenta como la alternativa, y Olga Alegre, que apuesta por la evolución, se disputarán el Rectorado el próximo jueves, después de que el tercer candidato, Juan Capafons, quedara descartado en la primera vuelta de los comicios. Los dos quieren cambiar la institución y saben que esa transición pasa por hacerla más visible y más competitiva. La estabilidad de la financiación, el impulso de la investigación y la promoción son los puntos fuertes de dos candidaturas que tienen muchos puntos en común, pero también distintos. La participación del alumnado será, una vez más, clave en el resultado final.

Desde que en 2003 el rector dejó de ser elegido por el Claustro, solo una vez, justo ese mismo año, más de dos catedráticos han pugnado por dirigir el centro. A pesar de que el peso del voto del alumnado ha ido aumentando con el paso de los años -el sufragio es ponderado-, su compromiso con la gestión del centro no ha evolucionado de la misma manera. Sin embargo, la afluencia de estudiantes a las urnas sigue siendo clave. En la primera vuelta se registró un incremento de ocho puntos con respecto a las anteriores elecciones, pero aún así apenas se rebasó la frontera del 20%, frente a la considerable participación del personal de administración y servicios y del personal docente investigador. Se trata del sector más numeroso de la comunidad universitaria, pero también del que menos importancia da, tradicionalmente, a los comicios. Su implicación fue más que decisiva para aupar a Eduardo Doménech en sus primeras elecciones y destronar a Ángel Gutiérrez en 2007. El 63% de los alumnos que votaron -3.131 en cifras absolutas- respaldó la candidatura del actual rector, mientras que el químico se quedó con algo más de un 25% -764 votos-. En los siguientes comicios, cuando Doménech tenía que revalidar su puesto, no obtuvo el apoyo mayoritario ni del alumnado ni del personal de administración y servicios, pero mantuvo el cargo con ayuda del profesorado. Entonces, solo el 15% de los estudiantes acudieron a las urnas, y no para avalar el trabajo realizado por Doménech y su equipo. La primera vuelta de las elecciones de este año supuso un espaldarazo a la propuesta de Martinón, que superó con holgura en los tres sectores a Alegre y Capafons. Además, algo más del 23% de los alumnos ejercieron su derecho al voto, es decir, ocho puntos más que la última vez que tuvieron ocasión. El gran reto de esta convocatoria es conseguir que la participación, en general, no disminuya, y captar el voto que recogió Capafons en la primera convocatoria.

El valor de la papeleta depende del sector al que se pertenezca: el del profesorado funcionario doctor supone el 51%; el del personal docente e investigador, el 9%; el del alumnado y personal investigador en formación, 30%; y los del personal de administración y servicios, 10%.