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Un hombre condenado a 8 años de prisión por delitos de agresión sexual, malos tratos y amenazas

EUROPA PRESS | Las Palmas de Gran Canaria

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a R.S.M. a ocho años y dos días de prisión como autor responsable de un delito de agresión sexual, en concurso ideal con un delito de malos tratos, de un delito continuado de amenazas y de una falta de vejaciones, todos en grado de consumación.

Por ello, la sentencia recoge que a R.S.M. se le condena a seis años de prisión y la prohibición de acercarse a menos de trescientos metros de la persona o lugar de residencia de L., su víctima; además se le pena con nueves meses y un día de cárcel y se le priva del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y un día e igualmente se le prohíbe acercarse a L. por el delito de malos tratos; mientras que por amenazas se le condena a un año, tres meses y un día de cárcel, y a la pena de cuatro días de localización permanente por la falta de vejaciones, entre otras.

Asimismo, está condenado al abono de las costas, incluidas las de la acusación particular y a indemnizar a L. con 20.000 euros por el daño moral derivado de la agresión sexual y los días de curación de sus lesiones.

Los hechos probados, recogidos en la sentencia, señalan que R.S.M. mantuvo una relación sentimental durante algo más de un año con L., que residía en Santa Lucía de Tirajana, y durante el mes de marzo de 2014 la relación que ambos mantenían se rompió.

Este hecho motivó que R.S.M. enviara a L. el 11 de marzo un mensaje de voz y de whatssap, desde su teléfono móvil, en la que amenazaba a L. “Me la suda, guarra… me vas a dejar en ridículo delante de la gente de la calle, tranquila que te voy a dar una paliza delante de quien te coja… Tú si que eres una cagada, tanto que* y luego te haces amiga de ella* eres una cagona, así te violen hija de… No se si tú o los vecinos pero te aseguro que hoy van a llamar a la guardia civil, eso te lo aseguro y te van a oír gritar el edificio entero pero te van a oír a grito pelado…”

Posteriormente, el 13 de abril de 2014, le envió otro mensaje asegurándole que le volvería a violar a ella y a su madre. Asimismo, el 23 de abril de ese mismo año volvió a enviarle otro mensaje amenzándola a ella y al hijo de L.

Sin embargo, el 2 de mayo de 2014, sobre las 22.00 horas, el acusado al pasar por la vivienda de L. y verla en la ventana, le pidió que lo dejase entrar para recoger sus pertenencias, a lo que ella accedió voluntariamente pero, una vez en el interior de la vivienda, el procesado con la finalidad de satisfacer sus deseos sexuales comenzó, a pesar de la oposición de L., a golpearla en la cara y a empujarla hacia la habitación forcejeando con ella.

Seguidamente, una vez en la habitación, tras cerrar la puerta, bajarse los pantalones y lograr quitarle a L. los pantalones y su ropa interior, la tiró en la cama pidiéndole que le “dijera que lo quería” para a continuación agarrarla de los brazos y golpearla en diversas partes del cuerpo, fundamentalmente en la cabeza y muslo, y penetrarla.

A consecuencia de estos hechos, L. sufrió lesiones consistentes en contusiones craneales con hematomas en regiones parietales y occipital, eritemas en región cervical bilateral y submandibular, hemaotma en región facial izquierda, así como en ambos antebrazos, en muslo izquierdo región externa tiene múltiples hematomas de gran tamaño, que precisaron de primera asistencia facultativa sin tratamiento médico posterior, teniendo que estar durante 14 días atendida por facultativos sanitarios y cuatro de ellos impeditivos, y sin secuelas.