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Ideas – Por César Martín

Por ideas que no sea. Las hay buenas, muy buenas, excelsas y maravillosas, fruto del ingenio más refinado, de las mentes más brillantes (que alguna queda pese a la fuga de cerebros). También están las utópicas, las irrealizables, pero claro, el papel lo aguanta todo y soñar es gratis hasta donde sé. Las hay que te sorprenderían por su innovación, otras no, que son más de lo mismo y vuelta a empezar. Sí, por supuesto, existen ideas malas, muy malas, pésimas, fruto del desconocimiento, del querer y no poder, o simplemente de mentes torpes y corrompidas. Y bueno, pueden ser incluso ideas de bombero torero, ridículas a más no poder, del absurdo más torpón e irrealizable, que iluminados hay en todos lados. Además las hay puras, pías, honradas, cándidas como el sol de la mañana, estas da gusto verlas mientras no choquen con esas oscuras, pérfidas, cargadas de mal, de la corrupción más salvaje. Enorme la variedad hasta el punto que hay ideas que por su complicado desarrollo de lo que viene siendo el concepto más trascendental terminan liando al personal porque no dicen nada queriéndolo decir todo y además no usan ni un solo signo de puntuación que lo hace difícil de narices a la hora de leerlo no te digo de explicarlo. Por suerte hay ideas concretas; y punto. Luego están las cojonudas, que desatan más de un ¡joder!, venga, sí, sí, lo hacemos…, y por contrapartida las que desatan un ni de coña, tío. Algunas aguardan en el fondo de un cajón, otras transitan en un cuaderno, están las que permanecen fijas en la cabeza, las colgadas en la red, las que quedan por venir… ¿Ideas? Millones, vamos sobrados. Lo que faltan son silencios que acallen la palabrería y den paso a los hechos. Largos silencios que contribuyan a dejar el reposo suficiente para pensar cómo lograr que todos esos proyectos se hagan realidad. Los que ostentan cargos de responsabilidad, aficionados a la creatividad constante, deben dejarse de tanto hablar. Necesitamos que produzcan hechos irrefutables, realidades tangibles con las que poder crecer e ir más allá. Urge tener hacedores de sueños que den vida donde el limbo de la idea solo deja posibles imposibles. Así que por favor, no invente más, remánguese la camisa y póngase manos a la obra.

@cesarmg78