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Latidos de vida a 2.000 kilómetros de distancia

LATIDOS DE VIDA
Doris Luz Henao (i), Roque Estévez y Pilar Sarabia esperan en Madrid por el nuevo corazón que necesitan. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA – KAREN ESTÉVEZ | Santa Cruz de Tenerife

Lo que para la mayoría son solo ventajas, puede convertirse para unos pocos en un grave inconveniente, hasta el punto de que es la propia vida la que está en juego. Y es que la insularidad, la misma que trae a miles de turistas cada año al Archipiélago, es uno de los grandes enemigos de al menos media docena de canarios con cardiopatías severas, que se han tenido que trasladar a Madrid para recibir un trasplante de corazón.

La mayoría convive en pisos de acogida que les ofrecen Cruz Roja y la ONG Corazón y Vida, financiados en parte por el Gobierno regional. A uno de ellos llegó hace un mes Roque Estévez Martín, un icodense de 50 años que desde hace tres sufre una enfermedad hereditaria que solo puede solucionarse definitivamente con un trasplante. A Roque la vida le dio una segunda oportunidad una tarde de octubre de 2012, cuando su corazón se paró de forma repentina mientras jugaba un partido de fútbol con unos amigos en el Puerto de la Cruz. Tras ser reanimado por los servicios de Urgencias, fue diagnosticado de una dilatación en el ventrículo izquierdo, que le provoca una insuficiencia cardíaca y arritmias. Para controlarlas, y a la espera del trasplante que acabe con sus problemas, a Roque le colocaron un desfibrilador automático implantable, una especie de marcapasos especial.

Su vida se resume desde entonces en entradas y salidas del hospital, hasta el punto de tener que ser ingresado cada mes o cada 20 días por retención de líquidos, arritmias o descompensación. “Cuando el corazón comienza a fallar, el resto de órganos también lo hace”, explica al DIARIO. Por ello, los cardiólogos del Hospital Universitario de Canarias (HUC) decidieron que en su caso lo mejor era incluirlo en la lista de espera para un trasplante en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, el centro de referencia para este tipo de intervenciones. “Tras ser sometido a todas las pruebas pertinentes, a las dos semanas de llegar aquí ya estaba en la lista, y ahora solo toca esperar un donante que sea compatible”, subraya Roque.

[sws_pullquote_left]Corazón y Vida y Cruz Roja apoyan a los pacientes, que reciben ayudas del Gobierno regional[/sws_pullquote_left]

Como él, al menos un centenar de personas en toda España, entre ellas varios niños, esperan por un trasplante cardíaco, una operación en la que nuestro país se ha convertido en una referencia en Europa. No en vano, el primer trasplante con éxito de estas características se llevó a cabo en el Hospital San Pablo de Barcelona el 8 de mayo de 1984, a cargo de los cirujanos Josep María Caralps y Josep Oriol Boní. Desde entonces, más de 7.000 pacientes se han beneficiado de esta compleja intervención quirúrgica, que con el paso de los años ha ido mejorando tanto los resultados del postoperatorio como la calidad de vida de los trasplantados.

En el caso de Roque, los propios médicos que le atendieron en Tenerife le facilitaron el contacto de la asociación Corazón y Vida, que se ha convertido en uno de sus grandes apoyos. “Tienen una oficina en El Sauzal y otra en el Puerto. Allí te facilitan la información necesaria y te indican cuáles son los pasos que debes dar, además de ofrecerte muchos servicios: terapeutas, el piso de acogida en Madrid, psicólogos, talleres, etcétera”, recalca.

Afrontar una situación así no es nada fácil, especialmente cuando uno debe hacerlo a casi 2.000 kilómetros de distancia de la familia y los seres queridos. Por eso, la convivencia con otras personas que esperan también por un trasplante hace que el día a día sea más llevadero. “Por ahora no me puedo quejar de nada. La asociación nos ha facilitado un piso muy cerca del hospital”, agrega Roque, que aunque ahora vive solo con su mujer, ha conocido a otros cuatro canarios que también esperan para ser operados en el mismo hospital, y otros dos más han sido trasplantados recientemente. Con algunos de estos paisanos, como Pilar Sarabia y Doris Luz, se reúne en ocasiones para compartir sensaciones y experiencias y hacer que la espera se torne más llevadera. Pilar es de Tacoronte y Doris nació en Colombia, aunque reside desde hace años en Gran Canaria. Ambas llevan ya más de dos meses esperando por un donante compatible, en una lista donde “todo el mundo tiene las mismas oportunidades”, según exponen desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Criterios clínicos

“Los criterios son exclusivamente clínicos, y no hay posibilidad de que una persona se quede sin trasplante por no poder pagar la espera en otra ciudad u otra comunidad. Los gobiernos regionales ofrecen ayudas y siempre se busca una solución, aunque algunos pacientes se quejen de que las facilidades aún son pocas”, inciden desde la ONT, que se encarga de coordinar todo el proceso.

“Son varias las ayudas económicas y personales que puedes recibir antes, durante y después del trasplante. Las principales las otorga el Gobierno de Canarias, para el desplazamiento y la manutención”, relata Roque, quien deja claro que “tanto los médicos madrileños como los canarios que me atendieron han realizado un trabajo excelente. Siempre buscando mejorar mi calidad de vida, pese a las dificultades. También las enfermeras, fisioterapeutas y todo el equipo profesional que me ha tratado”.

Una afirmación que suscriben Pilar y Doris, que como Roque solo esperan ya que un día suene el teléfono y les confirmen que el corazón que esperan y tanto necesitan ha llegado. Para que eso ocurra, al otro lado, irremediablemente, tiene que haber un donante. “La donación de órganos puede salvar vidas. Puede cambiar la historia de familias, de padres, de hijos… Aquí en Madrid hemos conocido muchos casos de gente joven que ha recibido el trasplante. Gracias a sus donantes mantienen ahora una vida normal: trabajan, ya casi no pisan el hospital, pueden conducir de nuevo, pueden comer unas papas con un buen mojo, pueden caminar, correr o ir en bicicleta”, concluye Roque.

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España es el líder mundial en donaciones y operaciones

Doce personas al día, de media, fueron sometidas a un trasplante en 2014 en España, que revalidó así un año más el liderazgo mundial en donación e intervenciones y volvió a batir su propio récord, tras alcanzar los 4.360 trasplantados gracias a 1.682 donantes. Sin embargo, pese a los buenos resultados, la lista de espera para un órgano creció por segundo año consecutivo en 2014, pasando de 5.418 pacientes a 5.571. En términos absolutos, según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), la tasa de donación de nuestro país, con 36 donantes por cada millón de personas, es la más alta del mundo. De hecho, es bastante más alta que la media europea, que está situada en 19 donantes por cada millón de personas.

Se da la circunstancia de que entre los trasplantes que más crecieron se situó el cardíaco, que subió el 6%. La donación renal de donante vivo y la donación en asistolia (a corazón parado) se consolidan como las vías más claras de expansión del número de trasplantes. Y no sólo el volumen total de intervenciones y donantes es significativo. España también logró batir el año pasado su propio récord en el número de trasplantes realizados en 24 horas. Fue el 20 de febrero, cuando se realizaron 45 operaciones, que fueron posibles gracias a 16 donantes, 14 de ellos fallecidos y 2 donantes vivos. En los distintos operativos participaron un total de 22 hospitales de 11 comunidades, entre ellas Canarias.

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