superconfidencial >

Maridaje – Por Andrés Chaves

1. Una de las estúpidas palabras que se ha puesto de moda, ahora que la gastronomía se ha vuelto académica, es “maridaje”. A aquellos que disponen de escaso vocabulario les ha venido al pelo, pues ahora lo maridan todo: una salsa con un pescado, una carne con una reducción de Pedro Ximénez -que, al parecer, se pasa la vida reduciéndolo todo, como los jíbaros las cabezas que atrapaban-, etcétera. Pongo la radio y aparece el maridaje por todos lados. El otro día, con ocasión de una feria gastronómica, o algo así, celebrada en el recinto ferial, tuve que renunciar a escuchar mi inevitable COPE porque Isabel Pérez y Guillermo García se pusieron a maridar y casi acaban casados por la Iglesia. Joder con el puñetero maridaje, que deja a uno nervioso. Además, le dieron también ocasión de maridar a Javier Moro, que es un entusiasta de darle vueltas al regusto del vino para venderlo mejor y aquello fue el acabose. Qué pesados. Acabé odiando el Cepa 21 y mira que es mi favorito.

2. En este mundo de maníacos y depravados del lenguaje -excluyo a los citados- surgen modas que yo detesto, porque detesto el mimetismo en todos los sentidos. Detesto el uso frecuente del “tío”, del “colega”, del “mano” y de todos esos apelativos con que los amigos se tratan, en vez de hacerlo por sus nombres. Detesto esa afirmación que reza “sí, ¿o qué?”, porque o es sí o es ¿o qué? Voy a terminar detestándolo todo, que tampoco me gustaría, porque el nuestro, el español, es un idioma rico en matices y en sinónimos, en palabras sencillas y rimbombantes, en lo que quieran.

3. Ustedes no me hagan mucho caso, sin embargo, porque la Academia dice algo así como que el idioma lo hace el pueblo y luego la Academia se lo traga (lo último es mío). Así que no me extraña que la docta institución que limpia, fija y da esplendor a las palabras tribute un homenaje al maridaje, en sus múltiples combinaciones gastronómicas. Tampoco me extrañaría que un día Belén Esteban ocupara el sillón “J” mayúscula, apoyada su cabeza vacía en una “cocreta”.
achaves@radioranilla.com