el diván >

Miedo al aburrimiento – Por Tamara de la Rosa

Seguramente, muchas veces te habrás agobiado por sentir que te aburres. El aburrirnos llega a amargarnos el día y lo cierto, es que aburrirse “de vez en cuando” es una emoción normal que nos sucede a todos, que es inevitable y, además, es beneficiosa. Nuestra sociedad no ha tenido ese culto a saber estar tranquilos, relajados, reposados, para después volver a la actividad. Sentimos pánico a no tener nada que hacer y este es un miedo irracional que provoca muchos problemas, siendo las conductas adictivas uno de estos. Como aburrirnos nos asusta, buscamos un placer inmediato, preferimos estar haciendo cosas (fumar, beber, atracones de comida) o apuntándonos a actividades que no nos llaman la atención para evitar esa sensación de estar perdiendo el tiempo, llegando esto a ser, incluso, más aburrido. La emoción “incómoda” o “negativa” que nos produce el aburrimiento es muy leve. Si nos produce un malestar muy grande es porque en nuestro diálogo interno nos estamos diciendo cosas como que aburrirse es terrible, horrible y que nos tendríamos que estar divirtiendo porque las personas de éxito nunca se aburren…

Recuerda que lo que nos afecta no es lo que nos sucede sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede. Si dejamos de hacer estas interpretaciones, el aburrimiento será tan solo una sensación más. Si nos paramos a pensar, las grandes obras de la humanidad se han hecho en el aburrimiento. Literatura, arte salen de ese estado de tranquilidad cuando no hacemos nada. Si tienes buena predisposición para aburrirte y te lo permites, es hasta relajante. Podemos estar sin hacer nada y estar bien.

El aburrimiento “de vez en cuando” es inevitable y debemos buscar un modo de sacarle partido. Podemos aprovechar estos momentos para soñar despierto y que fluya la imaginación y conectar con uno mismo. No hacer nada fomenta la creatividad. De vez en cuando perder el tiempo es aconsejable porque supone parar en la vorágine y el tipo de vida que llevamos en la que el tiempo es oro y dejar la mente libre. Solemos estar ocupados para no pensar y no conocernos a nosotros mismos. Cuando frenas y te quedas a solas, el aburrimiento puede convertirse en un tiempo para conocerte. ¿Quién eres? ¿Cómo marcha tu vida en relación a lo que quieres?

El gran problema con el concepto que tenemos sobre el aburrimiento es que lo mismo ocurre con los más pequeños. Nos encontramos ante la generación más sobreestimulada de la humanidad. Nos empeñamos en que tengan todas las horas del día ocupadas, dibujos animados, videojuegos, extraescolares y siempre haciendo cosas. Incluso, nos preocupamos si un día el niño está pensativo y rápidamente le damos algo para que se entretenga. El niño no aprende a estar tranquilo. Le coge manía a aburrirse y entra en una espiral que cada vez necesita más estimulación. Tienen que aprender que no hacer nada quizás no es tan emocionante pero no es malo. De lo contrario, aprenderán que necesitan estímulos a todas horas y no aprenderán a saber esperar. Debemos enseñarles que hay momentos en la vida que toca aburrirse y no pasa nada. Al contrario, si un niño se aburre y desea actuar tendrá que encontrar o crear sus propias motivaciones. Tendrá que automotivarse.

El aburrimiento ocasional es muy positivo si lo utilizas a tu favor reflexionando sobre tu vida, planteándote cambios y llevándolos a cabo.

*PSICÓLOGA
tamaraconsulta@gmail.com