La nasa, que nada tiene que ver con lanzamientos al espacio, es un instrumento de pesca muy utilizado por los pescadores mar adentro, en fondos cercanos a nuestras costas. La nasa es depositada en el fondo del mar, bien con barco, o llevada a nado con un neumático inflado. En la nasa entra todo tipo de pescado: viejas, salemas, pulpos, fulas, langostinos, tapaculos, etcétera. Bueno, pues eso, que el partido de Román Rodríguez, NC (Nueva Canarias), se ha convertido en una nasa… pero política. Nueva Canarias, que nace como una fuerza política oportunista/nacionalista/insularista, a raíz de que Coalición Canaria le negara todos sus deseos: presidencia o vicepresidencia junto a la consejería de economía y hacienda. A partir de ahí se convirtió en un forúnculo para el nacionalismo canario.

Dicen ellos, los de NC, que se declaran progresistas de izquierda; no hay sino que ver el perfil del tal Quevedo, diputado nacional y concejal del Ayuntamiento de Las Palmas, para definirlos. Pero en fin, en el pueblo de los ciegos, los tuertos son los privilegiados.

Resulta que cuando el espacio insular se le queda corto a NC, porque ve peligrar el 6% para entrar en el Parlamento canario, abre las puertas a todo el que quiera entrar en el partido. Y según se aproximan las elecciones empiezan a fichar a todo tipo de políticos: desahuciados de otros partidos, expulsados por imputaciones, relegados de las listas, profesionales de la política, trepadores, lameculos y caraduras. Igual que en la nasa, pero en lugar de peces, pescan políticos.

Vengan de donde vengan los nuevos fichajes, tienen todos/as argumentos para explicar por qué entran en NC y se ponen al servicio de Román Rodríguez. Hay capturas estrellas, caso de Santiago Pérez, que se presenta por estas siglas a la alcaldía de La Laguna y al Parlamento canario por Tenerife; y es que los hay con una vocación de servicio a la comunidad infinita, además, sienten el clamor popular para que no se vayan. ¡Pejines!