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Oramas y el candidato escondido – Por Santiago Pérez

Qué pinta Oramas tratando de protagonizar la campaña electoral en La Laguna? Además de suplantar a un candidato fallido, retirándolo de los mini y maxi espacios publicitarios contratados; sólo mentir y mentir. Mentir y faltarle el respeto a la inteligencia lagunera. Oramas se fue de La Laguna por donde mismo vino; pero se fue engañando a los laguneros, como es su costumbre. No tuvo el menor recato de utilizar pretextos familiares para esconder la verdad. Ni era la primera ni será la última vez que lo haga.

Ahora está nerviosa y agresiva. Porque finalmente salió la verdad a la luz. Se fue porque había endeudado completamente al Ayuntamiento. Y, al verle las barbas a la crisis, pensó como lo que es, una profesional del poder: “La situación financiera en la que he metido al Ayuntamiento, más la crisis que se avecina, me irán haciendo perder popularidad inevitablemente”. “Ya no puede seguir esta huida hacia adelante”. “Adiós”. Ahora intenta garrapatear una explicación, mintiendo de nuevo. Si todo ese endeudamiento oculto en las gavetas (70 millones de euros) tiene que ver con sus inversiones, ¿por qué no figuraba en la contabilidad oficial del Ayuntamiento?
¿Por qué La Laguna pasó de tener 30 millones de euros de deuda en 2011 a reconocer durante 2012 y 2013 oficialmente 70 millones más, procedentes en gran parte de los años en que Oramas era alcaldesa?

¿Por qué no informó a La Laguna sobre la herencia que nos dejaba, antes de poner los pies en polvorosa? Esta herencia envenenada ha sido la justificación del Ministerio de Hacienda para intervenir a La Laguna hasta 2023.

Siempre estuve, y estoy, en y al lado de La Laguna. Incluso después de ganar holgadamente las elecciones, cuando Oramas se hizo con la Alcaldía con ayuda del PP. No soy un lagunero del “no”, sino del “sí” a La Laguna cuando ATI intentaba hacerla desaparecer con la fusión/absorción desde Santa Cruz (cuando Oramas era concejala de… Santa Cruz); del “sí” a la declaración de Patrimonio proponiendo y logrando la adhesión del Senado; del “sí” a la aplicación a La Laguna de la Ley de Grandes Ciudades, que fue un objetivo que logré a pulso como concejal y diputado… desde la oposición; del “sí” al suelo agrícola, es decir, a la identidad y al futuro de La Laguna, contra la obsesión urbanizadora de la ATI-Coalición Canaria de antes, de hoy y seguramente de siempre; del “sí” a bajar la insoportable presión fiscal en La Laguna y a subir la inversión municipal para equipararlas a las de la media de los municipios canarios; del “sí” a acabar con el amiguismo en el reparto de subvenciones; del “sí” al respeto a la legalidad en la contratación pública, frente a todas las variantes de contrataciones a dedo; del “sí” a multiplicar por tres la ayuda a Cáritas y a las entidades sin ánimo de lucro, imprescindibles en la lucha contra el hambre y las secuelas de la crisis; del “sí” a reducir a la tercera parte el millón largo de gasto anual en publicidad y propaganda y los tres millones anuales que le cuestan a los laguneros el gobierno municipal y sus asesores. En fin, del “sí” a la buena administración del dinero de todos.

Oramas: no escondas al candidato como escondiste la deuda que nos dejaste. Y sobre la herencia que nos dejaste, ya está bien de mentir. Porque, más pronto que tarde, tendrás que explicarte allí donde no valen ni latiguillos ni alcahueterías.
Palabra de lagunero.