PUERTO DE LA CRUZ >

Paella, música y pinchitos

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GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Afianzar el voto de los convencidos y captar el de los indecisos. Este es el objetivo del acto de cierre de campaña y para lograrlo, en Puerto de la Cruz toda iniciativa es válida, además de los discursos de los diferentes candidatos y el reparto de votos. Conciertos en vivo, música de dj’s, ágapes, meriendas, paellas, pinchitos, globos, y la tradicional caravana de coches, que en el caso de la Asamblea Ciudadana se dejó de lado en una apuesta por la sostenibilidad y el medio ambiente. Y sobre todo, mucha ilusión por parte de todos los partidos en que los vecinos les darán su apoyo mañana en las urnas.

El lugar elegido por Coalición Canaria (CC) para terminar de dar a conocer su proyecto electoral fue la plaza de La Vera, luego de la caravana que se inició en La Higuerita con más de 90 coches. Años anteriores se hacía en Punta Brava, el barrio que Marcos Brito eligió para vivir cuando vino del El Hierro, su isla natal, pero en esta oportunidad, la alcaldesa y candidata nacionalista, Sandra Rodríguez, quiso terminar donde ella nació y creció, “rodeada de vecinos que la apoyan y en los que confía”.

CC quiso que el final de su campaña fuera “sin estridencias” y se limitara a pasar el rato, compartir una merienda-cena, exponer sus proyectos y animar a la gente a participar en las urnas, “porque es un momento trascendente para la ciudad turística”.

El Partido Popular (PP) eligió varios emplazamientos y al final la junta electoral le asignó la plaza de la estación de guaguas, aunque también tenía otras opciones como la plaza de Europa y la placeta de Benito Pérez Galdós. Una vez que salieron más de 60 coches desde la trasera de la iglesia de La Paz, ofrecieron una fiesta mitin para compañeros, simpatizantes y miembros de candidatura donde hubo música y un pequeño ágape para despedir la campaña y esperar ya más relajados el veredicto de los ciudadanos el domingo.

Los socialistas fueron sin duda los más originales. Denominaron a su caravana Vuelve la roja y animaron a todos los participantes a llevar una camiseta de este color el día del cierre, en el que apostaron por la cultura y los artistas locales. Partieron desde el muelle pesquero y la fila de coches, presidida por el candidato y la segunda integrante de la plancha, Marco González y Tamara Raya, respectivamente, recorrió todos los barrios para luego concentrarse en la plaza de Europa cerca de las 19.00 horas, aprovechando que es la primera vez que el Ayuntamiento “la entregó” para organizar actos políticos.

Allí el PSOE puso el broche final para “disfrutar del talento 100% portuense” de la mano de artistas locales como Real El Canario, Wycho Torres, Roberto Medina, Adrián Montesdeoca, Tara Quintero, Jesús Reverón, Adrián Rodríguez y Cristo Reverón.

Fiel a su estilo, la Asamblea se desmarcó de las grandes celebraciones. Sin música y sin comida, eligió San Antonio, el barrio de su candidato a la Alcaldía, David Hernández, como seña de identidad para terminar su campaña, donde intervino él y algunos miembros de la lista.

El domingo, esta alternativa de unidad popular organizó una marcha musical de apoyo que recorrió algunas de las calles más céntricas del Puerto de la Cruz. “Un símbolo de la ciudad viva que queremos, de una forma diferente de hacer las cosas y de la alegría que los portuenses merecen recuperar”, manifestó Hernández. Ciudadanos de Puerto de la Cruz, con su cabeza de lista Javier Jiménez, salió desde El Peñón, emblema del municipio y del logo político del partido, y terminó en la plaza Manuel Ballesteros de Punta Brava. Allí hubo pinchitos, música y paella para todos los asistentes.

Se puede Ganar, otra de las nuevas opciones políticas en estas elecciones, organizó una caminata desde su local, ubicado en la avenida Familia Betancourt y Molina en dirección a la plaza del Charco. Acompañado por su coche de megafonía y con globos morados, sus simpatizantes repartieron los últimos votos.
Ya no queda nada. Tan solo 24 horas para que los portuenses decidan si quieren recuperar la alegría, cambiar el rumbo, seguir adelante u otra alternativa los próximos cuatro años.