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La piscina de Tasagaya nunca tuvo el mantenimiento adecuado

La secretaria, Marisa Santos, y la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, ayer, durante la sesión plenaria. / NORCHI
La secretaria, Marisa Santos, y la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, ayer, durante la sesión plenaria. / NORCHI

NORBERTO CHIJEB | Güímar

La piscina municipal cubierta de Tasagaya, cerrada desde el 9 de septiembre, tendrá que seguir esperando para su reapertura. El Ayuntamiento de Güímar, después de rescatar el servicio, ha detectado anomalías en su mantenimiento y se calcula que al menos hasta después del verano no se podrá usar, según adelantó a este periódico la secretaria municipal, Marisa Santos.

La primera funcionaria municipal anunció que después del análisis de los técnicos de una empresa externa contratada por el Ayuntamiento para examinar en profundidad la instalación, esta comprobó que en la piscina no se había realizado ningún trabajo de mantenimiento en tres años, por lo que este hecho será utilizado por el Ayuntamiento para exigir a la concesionaria, la UTE Cedaga-Olano, una indemnización económica, tal y como se recoge en el pliego de condiciones del contrato y así demostrar además la correcta decisión de rescatar el servicio. Este hecho ocurrió la pasada semana, cuando se cambió incluso la cerradura de la instalación, tras ser requerida en varias ocasiones la empresa concesionaria a reabrir la instalación que cerró unilateralmente el 9 de septiembre.

Aunque la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, anunció meses más tarde que se reabriría después de Reyes y luego retrasó la fecha hasta Semana Santa, lo cierto es que la única piscina cubierta del Valle de Güímar, que venía siendo utilizada por un millar de usuarios, no se reabrirá al menos hasta septiembre. Mientras tanto, una decena de trabajadores de la instalación acuática están a la espera de que el Ayuntamiento los subrogue una vez reabierta la piscina.

Aqualia

Por otra parte, la secretaria municipal también advirtió de que no se ha llegado a un acuerdo con Aqualia para prorrogar el servicio de abastecimiento de agua en el municipio, pese a las promesas de mejora de la oferta una vez acabó la prórroga del contrato de 10 años el pasado mes. La nueva Corporación municipal que salga elegida y tome posesión el 13 de junio tendrá que hacer un nuevo concurso público o asumir el servicio.

El acuerdo laboral queda pendiente

– Sin debate. Ayer se celebró el último pleno extraordinario del actual mandato, que apenas 10 diez minutos al no poderse tratar, al tener el reparo de la secretaria y el rechazo de la oposición, la relación al texto del acuerdo de funcionarios del Ayuntamiento de Güímar 2015-2018. Tampoco se trató la modificación puntual de la relación de puestos de trabajo, concretamente el puesto de auxiliar de Biblioteca a media jornada, asuntos estos que quedaron sobre la mesa para ser tratados por la próxima Corporación municipal.

– Tonazo-Las Cruces. El único punto del orden del día que se abordó y fue aprobado por unanimidad fue el tercero y último, en que se aprobó, a propuesta de Pedro Daniel Pérez, concejal de Urbanismo, el texto refundido de la adenda al proyecto de reparcelación del Sector 5 Camino Tonazo-Las Cruces, una urbanización de 40 adosados -solo se han vendido dos- que recibió la aprobación hace más de 10 años a pesar de no contar con saneamiento y ahora se le permitirán depuradoras portátiles, aunque se le exigirá al promotor que informe al comprador de que tendrá por ello un coste extra.