Un policía nacional fuera de servicio salva la vida a un niño de 12 años

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Maniobra de Heinlich: así lo salvó. Conocimiento básico, tanto por lo sencillo como por lo óptimo de los resultados. Consiste, como se observa en la recreación, en abrazar por la espalda al afectado, abrazar un puño con la otra mano y oprimir justo encima del ombligo y bajo las costillas. Solo en mayores de dos años. / DA

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Un policía nacional que se encontraba fuera de servicio salvó la vida de un niño de 12 años que se había atragantado mientras comía en un restaurante de Santa Cruz de Tenerife. Este suceso con final feliz tuvo lugar minutos después de las nueve de la noche del pasado día 20, pero el interés mostrado por algunos de los testigos ha permitido conocer ahora esta historia.

El menor de edad ya no respiraba cuando el funcionario, tras completar una jornada laboral que por razones del oficio se había prolongado hasta superar las 12 horas, llegó al establecimiento con ánimo de adquirir la cena para llevar a casa. A pesar de que en el local se encontraban unas 30 personas, nadie sabía cómo auxiliar al chico.

Según detalla uno de los testigos, el menor se desplomó prácticamente de forma instantánea desde que se atragantó, para espanto de los presentes y, especialmente, de los familiares que lo acompañaban.

En su ignorancia, a los presentes sólo se les ocurrió tumbar al niño sobre una mesa que ni siquiera abarcaba la mitad de su cuerpo, una postura nada adecuada para el evidente colapso que sufría el organismo del pequeño. Justo entonces apareció el agente, feliz presencia por cuanto aportó conocimiento y, lo que es casi tan importante en las emergencias, liderazgo a la hora de hacer frente a las mismas.

De inmediato apartó a la gente para que le diera algo de aire al chico y comprobó su estado, lo que sin duda le generó alarma al comprobar que se hallaba inconsciente. No le fue difícil adivinar, dada la descripción de lo acaecido que le facilitaron los familiares y el lugar en el que se encontraban, de que el menor se había atragantado con la comida, pero su cuerpo inerte le impedía realizar la maniobra de Heimlich o compresión abdominal [ver fotonoticia central], ya que, simplemente, se le escurría. Fue entonces cuando el agente se topó con su ayudante ideal para estos fines, ya que advirtió una chaqueta de Cruz Roja entre los presentes que resultó portar un joven voluntario que, si bien no supo reaccionar de inicio, resultó de gran ayuda en cuanto se puso a las órdenes del funcionario.

Como quiera que la valoración del estado del afectado fue correcta, los esfuerzos dieron resultado en forma de media rodaja de tomate que salió despedida de la boca del pequeño, que al poco comenzó a responder a las llamadas del policía para que despertara tras tumbarlo de forma lateral para facilitar en lo posible que volviera a respirar. De la gravedad de la situación da cuenta que el pequeño, que no presenta secuelas, fue trasladado a La Candelaria, donde se le hicieron todo tipo de pruebas médicas.

Sobre el policía, tuvo que ser la Comisaría provincial quien confirmase a este periódico la sospecha de uno de los testigos, ya que el agente, lejos de buscar protagonismo o reconocimiento, se limitó a esperar la llegada de los sanitarios para recoger su comida y, al fin, irse a casa.

SABER MÁS

Los primeros auxilios cuentan con tres principios básicos que deben tenerse en cuenta siempre que se vaya a prestar ayuda a una persona, pero son especialmente importantes cuando se trata de ayudar a las víctimas de un accidente. Estos principios son por orden de prioridad: proteger, alertar y socorrer.

Proteger. Antes de prestar cualquier atención es necesario valorar si la escena donde está ocurriendo el incidente es segura. Se trata de “protegerse y proteger a la víctima”. El objetivo es evitar que la persona que va a prestar auxilio se dañe y que no se agraven las lesiones de la víctima.

Alertar. Una vez que se ha determinado que el lugar es seguro, se debe alertar a los servicios de emergencias. En toda la Comunidad Europea funciona un número de teléfono que sirve para alertar a todos los servicios de emergencia que deben intervenir en la resolución de un incidente. Ese número de teléfono es el 1-1-2.

Socorrer. Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para hacerlo correctamente previamente hace falta realizar la evaluación del herido. Algunos buenos consejos son limpiar la boca del accidentado y liberarle de la ropa que pueda oprimirle; no mover a los accidentados a menos que corra peligro su vida; mantener al herido caliente; tranquilizar a la víctima y no dejar solo al accidentado.