NACIONAL >

Santi Potros, acusado por otro etarra de ordenar asesinar al fiscal Burón

EP | Madrid

El histórico cabecilla de ETA Santiago Arróspide Sarasola, alias Santi Potros, exigió ayer su libertad y se negó a declarar en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por el atentado frustrado del fiscal general del Estado Luis Antonio Burón, en mayo de 1986, y en el que el etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa le acusó de ordenar el atentado. “Estoy seguro, todas las órdenes venían directamente del jefe del aparato militar, Santiago Arróspide”, dijo.

Así se pronunció el miembro del comando Madrid, al que la dirección de la banda terrorista encargó el asesinato, después de que el acusado Santi Potros afirmase en castellano desde la pecera de la sala de vistas: “Pido mi libertad y no voy a declarar”. El dirigente etarra, ya condenado por idear el atentado de Hipercor, se enfrenta a una petición fiscal de 14 años de prisión

-17 con el Código Penal de 1973-, mientras que la AVT solicita una pena de 20 años de prisión.

En el juicio declararon, en calidad de testigos, las etarras Inmaculada Noble Goicoechea e Inés del Río, que aseguraron haber formado parte de la infraestructura de la banda terrorista en aquella época y no recordar ningún detalle del intento de atentado del fiscal general Burón Barba. “Yo me remito a lo que conste en el sumario, pero no tengo ningún recuerdo de este caso concreto. He buscado en mi cabeza y solo encuentro silencio”, señaló Del Río.

“No sé quien daba las órdenes, hablamos de hechos de hace 40 años y he pasado por muchas vivencias personales y no encuentro en mi cabeza nada sobre este caso concreto. Me asombró que me llamaran porque no tengo ningún conocimiento de esto”, aseveró Inés del Río, que fue condenada a 3.828 años de prisión por su actividad como miembro del comando Madrid y quedó en libertad en octubre de 2013, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenara a España a indemnizarla por haberle aplicado la doctrina Parot con carácter retroactivo.

Tras ella, la etarra Inmaculada Noble Goicoechea reconoció que militó en el comando Madrid y, por ello, fue condenada a 27 años de cárcel. Sin embargo, afirmó que en aquel tiempo formaba parte del aparato que daba abastecimiento a los integrantes de la banda terrorista y se ha desdicho de la declaración que prestó en sede policial.

Soares Gamboa, acogido a la vía Nanclares, sí se mostró “seguro” de que los integrantes del comando Madrid recibieron órdenes de atentar contra el que fuera el máximo responsable del Ministerio Público por parte de Santiago Arróspide.