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‘Trapiches’ en alta mar

alijos atlánticos

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Como en los viejos tiempos. Las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado han prestado dos excelentes servicios a la sociedad al interceptar -con apenas unos días de diferencia- dos embarcaciones que transportaban por el Océano Atlántico considerables alijos de cocaína.

Si hace unos días se capturó un velero en las cercanías de Las Azores, ahora ha sido un pesquero al sur de nuestro Archipiélago. Curiosamente, esta segunda operación tuvo que precipitarse dado que un inminente trasbordo de la droga a otro navío habría sido catastrófico para la investigación.

En esta segunda ocasión, desvelada ayer al pormenor en rueda de prensa, fueron agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Armada Española, los que abordaron un pesquero que ocultaba unos 1.800 kilos de cocaína. El pesquero, que atravesaba el Atlántico desde el pasado mes de abril, fue interceptado a 800 millas náuticas de Canarias, procediéndose al arresto de los cuatro tripulantes.

Explican los responsables que la investigación se inició al tener conocimiento de que una organización criminal pretendía introducir en España una importante cantidad de cocaína. Utilizarían para ello una embarcación propiedad de un ciudadano holandés con residencia en Andalucía. Las pesquisas apuntaban a que esta embarcación podría estar atravesando el Atlántico desde finales del pasado mes de abril.

Información óptima
Establecido el dispositivo en colaboración con la Armada Española para la localización y en su caso abordaje de la embarcación, se alcanzó el objetivo en la posición ya reseñada, cuando el pesquero navegaba a una velocidad de seis nudos. Aunque, no se observó ninguna otra embarcación transitando en las inmediaciones, por la zona y rumbo que presentaba el pesquero, los investigadores presumieron que el pesquero podría dirigirse a un punto de encuentro con otra embarcación que se hiciese cargo de la droga.

Esta sospecha -continúa el relato- convertía en urgente la aprehensión de la nave, por lo que integrantes del Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional asaltaron el pesquero con la cobertura de seguridad aportada por la Armada Española. Tras llevar a cabo el asalto, los agentes pudieron constatar que la embarcación carecía de pabellón, aunque sí que llevaba escrito el nombre en la superficie del casco.

Tras una inspección rutinaria y de seguridad, los agentes hallaron ocultos en las bodegas del pesquero 85 fardos que sumaban un total de 1.800 kilos de cocaína. Asimismo, a bordo se encontraban cuatro tripulantes, tres de nacionalidad caboverdiana y uno holandés. Todos ellos han sido detenidos como presuntos responsables de un delito contra la salud pública.

La operación fue desarrollada por agentes de la UDYCO Central de la Comisaría General de Policía Judicial y del Grupo Especial de Operaciones, con la colaboración de la Armada Española, que apoyó con el Buque de Acción Marítima Meteoro y un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina. El referido buque está integrado en la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, llevando a cabo misiones de vigilancia y seguridad marítima.
Este esquema es el más habitual en los últimos años como ruta del narcotráfico que transporta cocaína desde Sudamérica a Europa. Estos barcos se dirigen directamente a la costa africana o a sus cercanías para luego traspasar el alijo a otras naves e incluirlas en el denso tráfico naval existente al Oeste del continente vecino.
El hecho de que desde Marruecos operen mafias de tráfico de personas y de hachís con implantación histórica en la zona facilita el salto final a Europa… y en ocasiones a Canarias, claro.

Por contra, el servicio prestado con anterioridad, en el que se intervinieron unos 800 kilos de cocaína en un velero que navegaba junto a Las Azores, al norte de Canarias, obedece a otro patrón, más en desuso, que pretende un viaje directo con una nave de estas características. Tres ciudadanos serbios fueron detenidos en ese barco, de nombre Amsterdamer, bandera norteamericana y unos 16 metros de eslora, que llegó a Gran Canaria el pasado 20 de mayo en el marco en un operativo de alcance contra mafias de origen balcánico asentadas en el Mediterráneo español.

Montesinos y Ameripol
Que coincidan en el tiempo ambas rutas hace tiempo que no es noticia. En noviembre de 2013, el subdirector de Operaciones de la Agencia Tributaria, Manuel Montesinos, reconoció que las operaciones antinarcos llevadas a cabo en alta mar en aquel tiempo apuntaban a un retorno al esquema clásico del barco que atraviesa el Atlántico ya sea en su versión directa o ruta de Las Azores, ya vía África, donde navegan hacia Cabo Verde o el continente para luego utilizar las rutas mercantes o las de tráfico de hachís y seres humanos ya mencionadas.

Lo peor es que Canarias está justo en medio, como lo recordaba un informe conjunto de la Unión Europea y Ameripol, también de hace dos años, en el que se daba por hecho que la cocaína que pasa por nuestro Archipiélago financia a los terroristas del Sahel, señalando a nuestras Islas como “la puerta de entrada”.