JOSÉ L. CONDE | San Miguel de Abona
El caserío de La Hoya, en el municipio de San Miguel de Abona, ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio Etnológico, al tratarse de uno de los asentamientos más antiguos de la comarca de Abona, que ha llegado a ser considerado por los investigadores como el primer núcleo poblacional del municipio. Según ha manifestado a este periódico el alcalde, Valentín González, esta propuesta venía avalada por la solicitud presentada en su día por el Ayuntamiento sureño.
La Dirección Insular de Cultura y Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias ha adoptado esta declaración mediante un Decreto del pasado 9 de abril. “Este caserío, además de ser considerado por los investigadores como uno de los asentamientos más antiguos de la comarca de Abona, ha sido vinculado con la herencia aborigen existente en la zona de El Lomo-La Hoya”, explica el alcalde. En el expediente BIC se ha puesto en relieve que en todo el entorno de La Hoya se concentra un número considerable de elementos que, contemplados de manera global, configuran un ámbito patrimonial de gran importancia en la zona sur de la Isla.
En este sentido hay que señalar que este sitio está integrado por una decena de construcciones de una sola planta que responde a esquemas tipológicos de la arquitectura rural del Sur, levantada con sillares y bloque de tosca pumítica y cubiertas de teja curva a dos aguas, alternando con otras de azotea. Estas construcciones se caracterizan por su planta rectangular, con escasos huecos dotados de rústicas carpinterías tradicionales.
Cultivo en jable
Según detallan los investigadores, este conjunto se completa con una era, rodeada de bancales y terraza, que son un testimonio de la transformación del sistema de cultivo en jable que propició el desarrollo de la agricultura tradicional en este árido territorio del sur de la isla.
La comisión insular argumenta en dicho expediente sobre la categoría de Sitio Etnológico que contiene inmuebles representativos de los valores propios de la cultura tradicional, tanto en los que se refiere a las tipologías arquitectónicas originales, que aún se conservan en el caserío, como por la presencia de otros elementos muy vinculados a las formas de vida populares como el horno de teja, estanques, aljibes, caminos tradicionales, fuentes, corales y bancales.
La importancia de esta declaración radica en que el caserío de La Hoya recoge de manera clara la transformación que ha vivido la sociedad del sur de la Isla, razón por la cual desde el Ayuntamiento se ha promovido esta protección de la zona.